El balido es el sonido que emiten diversos animales, como las ovejas, los corderos, los ciervos y las cabras. A la acción de dar balidos se la conoce como balar.
Con respecto a la etimología del término balido, sobre todo si pensamos en el sonido que emiten las ovejas y las cabras, es correcto decir que la primera parte surge de la forma en la que lo entendemos («baaaaa») y que se une al sufijo -ido, usado para describir una cualidad que podemos percibir a través de los sentidos.
Por ejemplo: “El balido de la oveja asustó a los niños, que corrieron a esconderse entre las piernas de su madre”, “¿Has oído esos balidos? Creo que hay ciervos cerca”, “Los balidos de las cabras, los graznidos de los gansos y los mugidos de las vacas musicalizaron nuestra tarde de campo”.
Es importante resaltar que balido, la voz de estas especies animales, se escribe con B. En cambio, el término que alude a una conjugación del verbo valer es valido, con V. Balido y valido, por lo tanto, son palabras homófonas (tienen el mismo sonido, aunque su escritura es ligeramente diferente y tienen distintos significados).
“El juez decidió que el triple no ha valido ya que el lanzamiento se realizó fuera del tiempo reglamentario” es una expresión que utiliza el concepto de valido. En el caso de válido, con tilde en la A, también se escribe con V: “El juez decidió que el triple no ha sido válido ya que el lanzamiento se realizó fuera del tiempo reglamentario”.
Por lo tanto, hay que tener en cuenta que, cuando deseamos referirnos al sonido que emite un animal, balido siempre debe escribirse con B. En cambio, el resto de las palabras que suenan como este vocablo pero que aluden a otras cuestiones, se escriben con V. Ante cualquier duda, lo mejor es acudir a un diccionario para asegurarse de la escritura correcta.
En el ámbito de la ópera, es común usar el concepto de balido para describir de forma despectiva la voz de un cantante, sobre todo si tiende a marcar mucho su vibrato (el efecto ondulatorio del sonido que ciertos instrumentos producen para intensificar o enriquecer la ejecución y mejorar la afinación). Más específicamente, se dice que una voz asemeja un balido en pasajes de coloratura en los cuales se cantan muchas notas a gran velocidad si el artista genera un sonido desagradable y poco natural.
Así como otros sustantivos que representan los sonidos que emiten los animales, el concepto de balido puede resultar útil para enseñar a los más pequeños a distinguir las diferentes especies usando el sentido del oído. Sin embargo, es importante señalar que existe una gran distancia entre las onomatopeyas y las verdaderas voces de los animales, del mismo modo que las caricaturas no son fieles a sus formas ni colores: la cabra no dice «baaaa» exactamente, así como todas las vacas no son negras con manchas blancas, ni los cerdos, rosas.
Por otro lado, en cada país se conciben las voces de los animales de una forma diferente, ya que deben adaptarse a los sonidos posibles de representar en cada idioma. Esto también ocurre con las palabras extranjeras, ya que la tendencia general de la mayoría de los países consiste en reproducirlas usando las letras de su propio alfabeto, algo que solamente puede acarrear una falta de precisión.
Si sumamos las diferencias anatómicas entre los animales que balan y nosotros al hecho de que no sabemos «qué dicen» ni cuántos mensajes pueden emitir, entendemos que de nada sirve acercarnos a ellos e intentar imitarlos creyendo que reconocerán nuestros sonidos como parte de su idioma.
