Un balón o pelota es una bola que suele utilizarse en diversos deportes y juegos. Suelen estar infladas con aire, por lo que son bastante livianas y pueden trasladarse o ser impulsadas con facilidad.
A partir del invento de la rueda, el ser humano comprendió que había otras formas en las que podía entenderse el entretenimiento; de este modo, surgió el balón, un elemento esférico que rotándolo podía permitirles diferentes entrenamientos, como ir tras él, pasarlo de mano en mano, introducirlo en un círculo y llenar sus vidas de diversión. En sus comienzos, los balones eran diseñados en madera tallada y otros elementos de la época. Más tarde, con el avance de las tecnologías, se conocieron nuevas formas de conseguirlo.
Historia del balón
Los historiadores creen que el inventor del balón como hoy lo conocemos fue el gobernante chino Fu-Hi, quien, en el siglo IV a.C., formó una masa esférica con distintas raíces y la recubrió con pedazos de cuero crudo. Al parecer, los chinos se limitaron a jugar con la pelota de manera informal.
Con el tiempo, las culturas mesoamericanas idearon pelotas que podían rebotar, al utilizar látex y caucho. Los aztecas, los romanos, los egipcios y los griegos ya contaban con juegos formales de pelota.
Distintos materiales, tamaños y formas
Cabe mencionar que de acuerdo a la forma de la pelota, el tamaño y el material con el que ha sido diseñada puede servir para un tipo de movimiento u otro. Algunas pelotas, por ejemplo, no rebotan (como las bolas de bowling o bochas) y otras sí pueden hacerlo, (como las pelotas de fútbol, handball o tenis).
En general un balón puede rebotar y hacer piruetas en el aire gracias a que ha sido diseñado con el fin de que, al influir ciertos factores externos por sobre él, se mueva de una determinada manera; tal es así que si una pelota se encuentra inflada completamente tiene más fuerza que si está desinflada y por ende, puede elevarse más y realizar más vueltas en el aire también.
Balones esféricos
Por lo general, los balones tienen forma esférica, aunque cada deporte tiene sus propias pelotas con distintas características, (éstos son utilizados en el fútbol, el básquetbol y el voleibol), aunque también los hay ovalados (como el que se utiliza en el rugby o en el fútbol americano).
La forma de jugar con la pelota varía de acuerdo al deporte. En el fútbol, se impulsa con cualquier parte del cuerpo excepto brazos y manos. En el baloncesto, en cambio, sólo pueden utilizarse las manos. En el voleibol, el objetivo principal es que la pelota no toque el terreno de juego propio y hacer que pique en el campo contrario.
En el tenis, el béisbol, el billar, el críquet y el golf, entre otros deportes, las bolas son impulsadas con accesorios como raquetas, paletas y palos.
La pelota en el balonmano
Entre los deportes que utilizan el balón se encuentra también el balonmano, también conocido como handball. Se trata de un juego de equipos (dos enfrentados) con siete jugadores cada uno (un portero y seis jugadores de campo que de acuerdo a cómo forme el equipo el técnico ocuparán uno u otro puesto en el campo de juego). El objetivo es llegar al área que ocupa el adversario y anotar un gol.
El balón que se utiliza es mediano, bastante más chico que el utilizado en el fútbol profesional, de cuero y con una capacidad importante de rebote. Los jugadores de un mismo equipo deben pasarse el balón de unos a otros sin tocarlo con el pie y pudiendo dar hasta tres pasos con él en la mano o, en su defecto, caminando todos los pasos que deseen mientras lo hacen rebotar sobre el suelo.