El término banner no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). Se trata de un concepto de la lengua inglesa que puede traducirse como “emblema”, “bandera” o “pancarta”.
En nuestro idioma, de todos modos, es habitual que se use la noción de banner con referencia a un formato de anuncio publicitario en una publicación online. Un banner es un espacio donde, en un sitio web, se inserta una publicidad. Las imágenes o carteles con anuncios en Internet por lo tanto, se conocen como banners.
Los banners pueden ser imágenes (en formatos como PNG, JPEG o GIF) o animaciones (creadas con Adobe Flash, Java, etc.). Por lo general, incluyen un enlace que lleva hacia el sitio web del anunciante. Por ejemplo: en un diario digital deportivo, una tienda que comercializa camisetas de la NBA paga para que aparezca su publicidad en la página principal. Cuando un lector hace clic en el banner, inmediatamente se dirige al sitio de esta empresa que vende las camisetas.
También existen los banners que cumplen una función similar al de un aviso en un medio impreso (como un diario o una revista) o a una valla con publicidad en una carretera. Estos anuncios no son interactivos, sino que permiten difundir el nombre, los datos de contacto o un mensaje de una compañía entre todos los visitantes de un sitio web.
A la hora de proceder a diseñar un banner se hace necesario tener en cuenta una serie de recomendaciones muy importantes como son estas:
-Hay que optar por los formatos más comunes de la Red y que el internauta tiene “asimilados”.
-Debe aparecer el logotipo de la empresa en cuestión y, por supuesto, debe ser una llamada de acción al receptor ante el producto o servicio que se le está ofreciendo.
-Es importante también que el banner esté delimitado y no se confunda con el resto de la página web. Es decir, debe tener un perímetro resaltado y marcado para que no pueda existir ningún tipo de duda sobre el mismo.
-No menos relevante es que tiene que contar con un diseño sencillo, elegante y limpio. Eso supone que no esté “recargado” ni desordenado porque de ser así no conseguirá atraer al internauta.
-Los textos que incluyan deben ser claros, directos y concisos. Eso sin pasar por alto que tienen que estar redactados teniendo en cuenta el público objetivo al que va dirigido el servicio o el artículo del que se trata.
-A ser posible, se recomienda también que el banner cuente con una imagen para que pueda atraer más rápidamente la atención del internauta.
-No menos importante es tener en consideración los colores. Es decir, hay que elegir esos muy bien, porque como se sabe cada color va asociado a unos valores y genera unas sensaciones y sentimientos en el receptor.
Se conoce como impresión a cada exhibición que se hace del banner en un sitio web. Es decir: cuando un individuo accede a un sitio que presenta un banner publicitario, este se “imprime” (virtualmente). Luego, si el visitante hace clic en el banner en cuestión, se usa la expresión inglesa “click through” para nombrar a la acción. En muchos sistemas publicitarios, el anunciante paga al administrador del sitio solamente de acuerdo a la cantidad de impresiones y de “click through”, y no un monto fijo.
