Una báscula es un dispositivo que, de acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), se utiliza para la medición de pesos. El término proviene del vocablo francés bascule.
Las básculas, por lo tanto, son balanzas: artefactos que permiten pesar. La acción de pesar, a su vez, alude a determinar la masa o el peso de un cuerpo.
Por lo general las básculas disponen de una superficie horizontal sobre la cual se deben situar los elementos a pesar. Gracias a su estructura, resulta posible conocer el peso de objetos muy pesados, algo imposible con los instrumentos antiguos que requerían colgar las cosas que se pretendían pesar.
Existen diversos tipos de básculas. A grandes rasgos es posible diferenciar entre las básculas electrónicas y las básculas mecánicas.
Las básculas electrónicas cuentan con celdas de carga: sensores con piezas metálicas unidas a galgas extensométricas que, al comprimirse, modifican su resistencia eléctrica y permiten medir el peso. Estas básculas exhiben el peso en cuestión en una pantalla.
En el caso de las básculas mecánicas, hoy en día suelen contar con un muelle elástico. Anteriormente, en cambio, funcionaban con palancas y medían el peso de forma indirecta a través de un contrapeso.
Es importante tener en cuenta que, aunque se usan como sinónimos, hay diferencias entre la masa y el peso. La masa refiere a la cantidad de materia de un cuerpo y se expresa en gramos, mientras que el peso refleja la acción de la fuerza de gravedad sobre el cuerpo y se indica en newtons. Según sus características, las básculas miden específicamente la masa o el peso.
En muchos hogares se usan las básculas de baño. Las personas que se preocupan por su aspecto físico suelen combinar el ejercicio físico con una dieta balanceada y, para controlar su peso, colocan una báscula en el cuarto de baño para estar atentos a cualquier irregularidad.
Por otro lado existe la denominada báscula puente, una herramienta fundamental en la medición de peso de los vehículos pesados, tales como camiones, tractores, vagones de tren, camiones de volteo e incluso aeronaves. A simple vista, la componen una plataforma fabricada en metal u hormigón que se coloca encima de células de carga interconectadas. Estas últimas están ligadas a una caja-suma, desde la cual se envía la señal eléctrica a un terminal en el que se puede apreciar el peso del objeto.
Los modelos de báscula puente más sofisticados también cuentan con barreras de acceso, lectores de tarjeta, elementos para posicionar correctamente el vehículo, semáforos y dispositivos para identificar la matrícula, entre otras características. Antes de su uso deben atravesar un proceso legal de verificación, precinto y homologación por parte de un organismo habilitado. En España, por ejemplo, existen algunas empresas públicas que dependen del Gobierno las que prestan este servicio. A veces también pueden prestarlo ciertas entidades del ámbito privado.
Entre los rasgos técnicos de una báscula de este tipo, podemos destacar los siguientes:
* como es de esperarse, debe ser capaz de soportar una carga realmente considerable, que se cuente en decenas de toneladas;
* las lecturas deben arrojar resultados fiables, ya que el peso de los vehículos está fuertemente ligado a las normas de tráfico. Por ejemplo, no es posible usar un puente o una autovía con un camión de cualquier peso, sino que existe un límite para evitar su desgaste;
* debe tener una plataforma de trabajo con una amplitud suficiente para los diferentes tipos de vehículos;
* uno de los puntos más importantes es que la medición no debe verse afectada por los fenómenos meteorológicos, como ser la humedad, las lluvias y la presión atmosférica.
En el ámbito militar, por último, una báscula es una máquina que se emplea para levantar un puente levadizo.