Del latín bellicus, la palabra bélico es un adjetivo que permite hacer referencia a aquello perteneciente a la guerra. Un conflicto bélico, por ejemplo, es un enfrentamiento armado que deja entrever la envergadura de los acontecimientos.
Una guerra es una lucha, una batalla, un disputa o una pelea. Lo bélico, por lo tanto, implica violencia. Una persona belicosa es agresiva o pendenciera, busca el enfrentamiento.
Existen distintas clases de guerra: la guerra civil involucra a los habitantes de un mismo pueblo, la guerra preventiva es aquella iniciada por un país con el argumento de que otra nación está a punto de atacarlo, la guerra sucia es la que se lleva a cabo fuera de cualquier marco legal y la guerra santa es el conflicto bélico que se promueve por motivos religiosos.
Lo bélico en la política
La política también puede ser belicosa. Muchos analistas consideran que la política exterior del expresidente estadounidense George W. Bush ha sido belicosa, ya que, bajo su mandato, el país intervino en diversas guerras.
Las relaciones internacionales, desde la antigüedad, suelen estar marcadas por las guerras. Se trata de una forma poco civilizada de dirimir los conflictos, pero que suele imponerse por presiones de todo tipo. El poder de destrucción de las armas actuales hace que cada guerra implique la muerte de miles o hasta millones de personas.
Un género literario
En literatura el género de la novela bélica, en algunos casos nombrado como ficción militar, es aquel que engloba a todas aquellas historias que transcurren durante un combate, tanto dentro del campo de batalla como fuera; se trata de una obra en el que el lector puede acercarse a los sentimientos y experiencias que deben afrontar las personas que son afectadas por una guerra, tanto los que van a luchar como los que se quedan y deben velar por su seguridad y sufrir por aquéllos que se han ido a la guerra, pensando en que una de las posibilidades es que no puedan volver a verlos.
El origen de este género nos remonta a la poesía épica del período clásico; de hecho se considera a «La Ilíada» como la primera historia que podría ubicarse en este género, seguida de «La Eneida» de Virgilio y tantas otras. Posteriormente, se introdujeron las historias caballerescas, como las múltiples leyendas en torno a la figura del Rey Arturo.
El objetivo de estas narraciones era contar la historia y preservar aquellos rasgos importantes de la cultura para darlos a conocer no sólo entre las personas de la actualidad sino también en el futuro, como una herramienta indeleble de conciencia y cultura que alimentara la memoria colectiva del pueblo.
Autores de libros bélicos
Los autores que más tarde ligaron este género con las guerras mundiales y los conflictos actuales, sin lugar a dudas, posaron sus ojos sobre estas fantásticas historias y les dieron un realismo mayor; pese a las mil diferencias que pueden existir entre aquellas viejas historias y las actuales novelas bélicas, temas como el odio, la venganza y el dolor que las batallas dejan a su paso, son elementos comunes entre ambos estilos y permiten hacerse una idea de la tragedia que significó y aún significa un conflicto bélico.
Entre los autores de este género podemos nombrar a Martin Amis, Elias Canetti, William Faulkner y Evelyn Waugh, aunque existen muchos otros altamente conocidos. Cabe mencionar que las novelas más importantes de este género han sido recuperadas en la industria del cine, dotándolas de realismo y popularidad.
El concepto en el cine
Las películas bélicas, por otra parte, son aquellas cuyo argumento está basado en una guerra.
Los filmes bélicos más usuales son los que se refieren a la Segunda Guerra Mundial (el conflicto bélico más sangriento, con más de 50 millones de muertos), aunque existen otros conflictos que también han sido retratados en el cine.