El bingo es un juego de azar en el cual los jugadores disponen de un cartón con números. A medida que los números salen sorteados, los participantes van completando sus cartones: el primero que logra hacerlo es el ganador.
Un popular juego
También se llama bingo al premio que recibe el ganador y al establecimiento donde se desarrolla este juego. Por otra parte, el jugador que consigue completar su cartón debe expresar en voz alta «¡bingo!» para dar anuncio del logro.
En el bingo, hay un bombo que alberga una cierta cantidad de bolas numeradas. Al comenzar, cada jugador recibe uno o más cartones con números aleatorios. Una persona se encarga de ir sacando bolas del bombo y de informar cada número que sale. Aquel que tiene el número sorteado en su cartón, debe tacharlo. De este modo, la persona que completa el cartón tachando todos los números es quien gana el juego.
Es importante señalar que lo habitual es jugar al bingo por dinero: el individuo que completa el cartón se lleva un premio económico. De todas maneras, el bingo también puede ser una actividad lúdica sin recompensa monetaria.
Orígenes
No existe una única versión de la historia del bingo. Algunos aseguran que se trata de un juego que surgió en la época del Imperio romano, mientras que otros creen que se inventó en la Italia del siglo XVI. De todos modos, muchos coinciden en que es uno de los más antiguos juegos populares.
Como dato curioso, también se asocia el bingo a los cobros de impuestos de los bárbaros y potentados. Para eso se cree que usaban un recipiente en el que colocaban varias bolas numeradas, una por cada aldea, y los cobros se hacían de acuerdo con los resultados.
Bingo online
En los últimos años, por otra parte, se hizo popular el bingo en línea o bingo online. En este caso, el juego se desarrolla a través de un software y los participantes pueden conectarse a la plataforma vía Internet.
Como todas las propuestas en línea, el bingo tiene sus ventajas y sus desventajas. Comencemos por las ventajas: es mucho más cómodo que el tradicional, ya que no es necesario desplazarse para acceder al juego; de modo similar, podemos jugar sin arreglarnos ni ponernos ropa de salir, ya que nadie nos ve; se puede jugar desde cualquier dispositivo con conexión a Internet, de manera que ni siquiera es obligatorio estar frente al ordenador; tiene horarios mucho más flexibles que el tradicional.
Las desventajas no son más que los riesgos que acarrea otorgar nuestros datos personales a un extraño por medio de un programa informático. Si bien el bingo online es muy popular, antes de dar nuestro número de tarjeta de crédito, nuestros datos de PayPal o nuestro número de cuenta bancaria, por ejemplo, se recomienda que averigüemos si la compañía es realmente fiable. Para ello podemos buscar opiniones en las redes sociales, intentando evitar los comentarios en el sitio corporativo, ya que pueden ser falsos.
Como interjección
Cabe destacar que la interjección «¡bingo!» también se utiliza en la vida cotidiana cuando alguien acierta o soluciona algo. Por ejemplo: «¡Bingo! Encontré las llaves que estuve buscando durante horas», «Conseguí un nuevo empleo, ¡bingo!», «Traté de resolver el acertijo varios días hasta que, ¡bingo!, me di cuenta de cuál era la solución».
Claro que esta interjección no es muy usada por la juventud, sino que pertenece a las generaciones anteriores. Si bien las modas van rotando, y es perfectamente posible que dentro de un tiempo ésta y otras expresiones anticuadas vuelvan a ser vigentes, no es normal que hoy en día un adolescente diga «¡bingo!» con esta intención.