La acepción más habitual del término bolsa alude al saco que permite almacenar y trasladar diferentes objetos en su interior. Sin embargo, el concepto tiene otros usos. Bolsa, por ejemplo, es el nombre de una institución de la economía donde se desarrolla la venta y la compra de valores.
La noción de bolsa de valores, por lo tanto, refiere a dicha institución. Se trata de una organización que permite a sus integrantes desarrollar negociaciones para vender y comprar acciones de empresas, bonos y otros valores. En la bolsa de valores también se concretan dichas operaciones.
Dicho de otro modo, para adquirir un bono emitido por el Estado o acciones de una determinada compañía, es necesario acudir a la bolsa de valores. Las negociaciones se realizan a partir de precios que se toman como base y que van variando a lo largo de la jornada. Estas fluctuaciones se conocen en tiempo real ya que el precio es la información más importante para el inversor.
Para garantizar la transparencia y la seguridad de las operaciones, el funcionamiento de la bolsa de valores se encuentra regulado. Solo pueden negociar y operar en ella personas autorizadas, que se conocen como corredores o agentes de bolsa. Si un individuo quiere comprar o vender acciones, por lo tanto, debe darle la instrucción a su corredor.
La bolsa de valores, en definitiva, permite convertir el ahorro en inversión (cuando alguien compra valores) y posibilita que las empresas obtengan financiamiento (al ofrecer sus acciones para que el público pueda adquirir una participación en su capital). El Estado también se puede financiar a través de la emisión de bonos.
En la actualidad, grancias en gran parte al flujo de información al que podemos acceder a través de Internet, mucha gente se interesa por la bolsa de valores, especialmente los jóvenes que aún están buscando su lugar en el mundo empresarial. Claro que aprender a invertir de la forma más segura posible no es fácil; es un largo camino que requiere una gran disciplina, y por presentamos a continuación una serie de consejos útiles para volverlo más ameno:
* aprender de los expertos: como en cualquier campo, no existe mejor forma de aprender que observando de cerca a los mejores. En Internet hay multitud de aprovechadores que se hacen pasar por expertos con el objetivo de vaciarles los bolsillos a los que se encuentran dando los primeros pasos, y es esencial reconocerlos a tiempo para evitarlos por todos los medios. ¿Cómo encontrar a quienes verdaderamente pueden enseñarnos? Pues mirando sus trayectorias;
* leer mucho: no se puede negar la importancia de la dedicación para convertirse en un buen inversor en la bolsa de valores. Por eso, además de la observación es necesario leer muchos libros y tutoriales, aunque siempre buscando los de buena calidad y descartando las «recetas mágicas» que ofrecen los charlatanes mencionados en el punto anterior;
* ser paciente: quizás sea el consejo más útil para alcanzar cualquier meta, pero en este caso resulta especialmente necesario. Algunos opinan que invertir en la bolsa de valores es un arte que nunca acabamos de dominar. Por lo tanto, debemos armarnos de paciencia y saber superar nuestros fracasos, para levantarnos y volver a intentarlo con nuevas y mejores estrategias hasta conseguir metas que nos satisfagan;
* aplicar lo aprendido: de nada sirve leer mucho si a la hora de actuar nos dejamos guiar solamente por nuestros impulsos. Se aconseja poner en práctica cada concepto aprendido, para evitar que se pierdan en el olvido o que se acumulen y nos resulte muy difícil ejecutarlos todos. De hecho, no tenemos que arriesgarnos con cada práctica, ya que existen muchas plataformas de simulación en las cuales no podemos perder ni una moneda.
