Bueno es un adjetivo que permite hacer referencia a aquello que tiene bondad y, por lo tanto, es útil, agradable, gustoso, gustoso, divertido o apetecible. El término procede del latín bonus. Por ejemplo: “La banda de punk rock ha presentado un muy buen disco”, “Este pantalón salió bueno, tiene más de tres años y todavía lo uso”.
En el caso de una persona, alguien bueno es aquel que muestra una tendencia natural a hacer el bien: “Miguel es bueno, me prestó cien pesos para comprar los remedios aún cuando no sabe si se los podré devolver”, “Marta considera que no soy bueno porque ayer le grité, pero no sabe que yo estaba nervioso por la salud de mi tío”.
Bueno también es aquello que supera a lo común: “Tu hijo me dio un buen susto al ponerse esa máscara”, “Bueno fue el golpe que me di ayer cuando resbalé en el patio de mi casa”.
Lo bueno según la filosofía
La filosofía resalta que el concepto de bueno es tautológico y redundante: lo bueno es lo que está bien.
Nociones como bueno y bondad pueden definirse por oposición a otras como malo y maldad. De esta manera, puede decirse que bueno es aquello que no es malo y viceversa: “Isabel es buena ya que compartió sus caramelos conmigo”, “Isabel es mala ya que no me convidó caramelos”.
Otros usos del término
De la misma forma tampoco podemos pasar por alto el hecho de que el término bueno también se utiliza con otros significados. Así, por ejemplo, es habitual, fundamentalmente en el ámbito coloquial, que se emplee dicho adjetivo para dejar patente que algo o alguien goza de un buen estado de salud. Es decir, en ese caso ejerce como sinónimo de sano.
Además es importante establecer que este concepto que nos ocupa también tiene la capacidad para funcionar como interjección. Así, en este caso, básicamente tiene el mismo significado que la interjección “basta”.
Pero aún hay más. El término bueno es frecuente que se utilice en México con un sentido muy concreto. Más exactamente podemos determinar que en dicho país es habitual que se emplee como interjección y concretamente se usa para responder a una llamada telefónica.
Precisamente en el ámbito coloquial es importante que también dejemos patente la expresión “tío bueno”. La misma se emplea fundamentalmente para dejar patente que un hombre o un chico es atractivo y cuenta con un físico que se encuentra dentro de todos los cánones estéticos del momento. Así, por ejemplo, para muchos David Beckham es un «tío bueno».
El apellido Bueno
Todo ello sin olvidar que a lo largo de la historia ha existido un sinfín de personajes famosos que han tenido la palabra bueno como apellido. Entre los ejemplos que podemos citar se encuentran los siguientes: el filósofo Gustavo Bueno Martínez, el futbolista madrileño Alberto Bueno, la periodista Pepa Bueno e incluso la modelo Jessica Bueno.
Por último, cabe destacar que en Argentina, México y Uruguay se conoce como bueno al partido que se juega para desempatar: “Tu equipo ganó el primer partido y el mío ganó el segundo: ahora vamos a jugar el bueno”.