La palabra cálculo proviene del término latino calculus (“piedra”) y se refiere a la cuenta, la enumeración o la pesquisa que se lleva a cabo mediante un ejercicio matemático. El concepto también se utiliza como sinónimo de conjetura.
El uso más extendido del término se encuentra en el ámbito de la lógica o de la matemática, donde el cálculo consiste en un algoritmo (un conjunto de instrucciones preestablecidas) que permite anticipar el resultado que procederá de ciertos datos que se conocen con anticipación. El origen etimológico de la palabra tiene que ver con las rocas que se empleaban en la antigüedad para realizar este tipo de cálculos.
Por ejemplo: «¿Has analizado los balances? Creo que algunos cálculos de ventas están mal hechos», «Si mi cálculo es correcto, este mes ganaremos más de mil dólares», «Un cálculo rápido permitió a Luis estimar que las pérdidas no serán tan grandes», «Según el cálculo de Javier, tenemos que poner cien pesos cada uno para alquilar el salón».
Tipos de cálculos
Entre los distintos tipos de cálculos, podemos mencionar al cálculo algebraico (que emplea números y letras que aparecen en reemplazo de las cantidades) y al cálculo aritmético (que sólo utiliza números y ciertos signos que actúan por convención).
En economía, el cálculo esencial, a diferencia de los métodos de cálculo tradicionales, está enfocado hacia afuera y de cara al futuro. Mientras que los cálculos convencionales se apoyan en los aspectos de carácter interno de una empresa, teniendo en cuenta el número de unidades y los costos que hubo en el pasado; el cálculo esencial analiza las condiciones del entorno, la tecnología, las formas de organización y el presupuesto con el que deberá contarse (costos)en el futuro.
El cálculo esencial busca que la empresa se integre óptimamente al ambiente a fin de que su desempeño pueda tener lugar no sólo en el presente, sino también en un futuro, de modo que crezca la fuerza de atracción sobre factores supletorios en la cadena de producción. Cabe señalar que el método esencial intenta adaptarse a la acción compleja de rentabilidad desde un enfoque general, mirando el medio ambiente y aprovechando los recursos hoy para asegurar un futuro satisfactorio para la compañía.
El término en la medicina
Un cálculo también es una acumulación de algún tipo de sustancia que genera una especie de piedra en los riñones, la vejiga (ya sea de la bilis o de la orina) o en las glándulas salivales. Su formación y su salida del cuerpo pueden generar diversos trastornos, como cólicos que causan un gran dolor, problemas para orinar o sangrado en la orina.
Por ejemplo, los cálculos renales son una formación sólida de pequeños cristales que se alojan ya sea en el riñón o el uréter y que suelen ser de carácter hereditario (en muchos casos se presentan en bebés prematuros). En otros casos pueden desarrollarse en la adultez, cuando se tiene una orina compuesta por ciertas sustancias (calcio y oxalato), las cuales forman esos mínimos cristales que más tarde pasan a llamarse cálculos. Hasta que estos se formen pueden pasar desde semanas hasta varios meses.
Las sustancias como el oxalato se encuentran presentes en los alimentos que se consumen, como la espinaca, y en algunos suplementos vitamínicos. Por otro lado, si se padecen enfermedades en el intestino delgado, es más probable que más tarde aparezcan los cálculos.
Cálculos más comunes
Son mucho más comunes en los hombres mayores de 20 años, sin embargo también lo padecen las mujeres, sobre todo aquellas que sufran de trastornos urinarios. Suelen presentarse en estos casos los llamados cálculos estruvita, los cuales pueden ser sumamente perjudiciales, hasta obstruir riñones, uréteres e incluso la vejiga, por eso es recomendable que ante los primeros síntomas se acuda a un especialista.
Los cálculos más comunes en los hombres son los de ácido úrico y, si bien son absolutamente tratables, también se requiere que la persona que los padece consulte con su médico.
El síntoma más relevante de este tipo de padecimientos es un intenso dolor abdominal, al costado de la espalda, en ingle o testículos, cuya aparición es repentina y que también puede desaparecer bruscamente. De acuerdo al tipo de cálculo que se padezca se requerirá uno u otro tratamiento, sólo en casos de extremo peligro es necesario realizar una cirugía.