Se conoce con el nombre de canon a ciertos preceptos, disposiciones o catálogos. Este vocablo latino de origen griego suele hacer referencia a un modelo de características perfectas (“Actuó de acuerdo a los cánones de la empresa”) y a los pagos de obligación periódica que gravan servicios o productos. Por citar un ejemplo práctico: “El canon impulsado por el gobierno español para gravar los productos digitales es rechazado por una gran parte de la población”.
Canon, por otra parte, es un concepto con múltiples aplicaciones dentro del ámbito de la religión. Por canon, por ejemplo, se conoce a la reglamentación que un concilio de la Iglesia católica fija en relación al dogma, al catálogo de las obras sagradas para el culto católico, al libro que usa el obispo al dar misa y a la parte de la misa que concluye con el rezo del Padre Nuestro.
Canon en la belleza y el derecho
El canon de belleza, en cambio, engloba a los rasgos que una sociedad considera como atractivos, deseables o bonitos. Así como la moda, estos estándares cambian constantemente, y tienden a volver a sus raíces; un estilo de ropa usado en los años cincuenta es considerado antiguo hasta que, medio siglo más tarde vuelve a imponerse.
Para el derecho, el canon constituye el precio que se debe abonar a cambio del arrendamiento rústico de un inmueble y la cantidad que se debe aportar al Estado de manera periódica por una determinada concesión.
Una empresa tecnológica y un adjetivo vinculado a la pertenencia
Canon Inc., por último, es una reconocida compañía japonesa fundada en 1933 y especializada en la producción de cámaras fotográficas, impresoras y otros dispositivos tecnológicos.
Entre los fanáticos del cine y los videojuegos, por otro lado, es muy común oír el término «canónico» para referirse a aquellos eventos que son considerados como parte de la historia original, que responden a los orígenes de una saga o serie de títulos, y que no fueron incluidos a la fuerza, sea por cambio de guionistas o por cuestiones de mercado. Se refiere a un dato cuya pertenencia al universo de una determinada obra no pueda ser negada de ninguna forma, por excelente que sea el argumento utilizado.
El canon musical
En la música, por canon se entiende a la composición polifónica en la cual las voces se introducen de manera sucesiva, cada una imitando al canto que le antecede. La voz original se denomina propuesta; a una cierta cantidad de compases de distancia, comienzan las voces que se conocen como respuesta.
A fines del siglo XVII, el compositor alemán Johan Christoph Pachelbel escribió una de sus obras más recordadas: el Canon en Re mayor para tres violines y bajo continuo. Esta pieza goza de gran popularidad tanto en el ambiente académico como en el popular, y sin duda colaboró considerablemente con la aceptación del canon como tipo de composición.
Otros grandes compositores, como Haydn y Mozart, han escrito cánones en sus obras, aunque Bach llevó esta forma a su esplendor, el cual se fue perdiendo con la llegada del romanticismo, donde el texto y el mensaje cobraron más importancia que las melodías.
Clasificación según el tipo
Según las transformaciones que sufran las voces, se distinguen varios tipos de canon, entre los que se encuentran:
* Canon circular: también llamado infinito, es aquél donde la repetición podría no acabar jamás, dada su estructura;
* Canon en espiral: en cada respuesta, se produce una modulación con respecto a la voz anterior, dificultando mucho su ejecución, sobre todo si se trata de una pieza cantada;
* Canon de movimiento contrario: la repetición es la inversión de cada intervalo del tema canónico, donde en general se mantiene el tipo de intervalo diatónicamente, lo cual no garantiza que la distancia tonal resultante sea la misma. Un claro ejemplo es tomar la línea DO RE y generar el canon DO SI, donde la segunda mayor se convierte en una segunda menor, ya que entre DO y RE hay dos semitonos y entre DO y SI, uno solo.