Catamarán es un término que procede del inglés catamaran, a su vez derivado del vocablo de la lengua tamil kaṭṭumaram (que puede traducirse como «madera atada»). Así se denominaba a una balsa hecha con troncos que usaban aborígenes de la India.
En la actualidad, el concepto se emplea para hacer referencia a una embarcación que presenta dos cascos unidos. Estos cascos tienen el mismo tamaño y son paralelos para dotar de estabilidad a la nave.
La historia de estas embarcaciones
Se cree que, en la prehistoria, hubo pueblos que ya utilizaron canoas de dos cascos en la zona de la Polinesia. Más cerca en el tiempo, a fines del siglo XVII, fue el navegante inglés William Dampier quien describió los catamaranes que observó en el golfo de Bengala.
La dinastía Chola, que tuvo un gran poder en el sur de la India, recurría a este tipo de embarcaciones para el traslado de sus soldados. Gracias a los catamaranes, pudo realizar incursiones en el sudeste asiático y conquistar diversas regiones.
El catamarán en la actualidad
Con el paso del tiempo, los catamaranes fueron evolucionando y hoy se utilizan con diferentes fines. A nivel general, puede decirse que se trata de naves ligeras, sin lastre y generalmente de poco calado, que pueden propulsarse por motores o velas.
Su doble quilla hace que sea estable y su diseño permite reducir la escora (la inclinación que se produce al alejarse de la vertical). Otra característica del catamarán es su escaso balanceo, con lo cual se reducen los mareos de los pasajeros y de la tripulación.
Un barco con múltiples usos
Hoy los catamaranes se emplean de diferentes formas. Es habitual que se utilicen como yates o buques de recreación. También hay empresas que ofrecen recorridos turísticos en catamaranes.
Otro uso del catamarán se da como transbordador o ferri. En estos casos, el catamarán se aprovecha para unir dos puntos, transportando vehículos y pasajeros.
Los catamaranes incluso pueden destinarse al auxilio o abasto de otras embarcaciones y usarse para el desarrollo de actividades pesqueras.
Paseos en catamarán
Veamos un ejemplo de uso de los catamaranes. En la provincia de Buenos Aires (Argentina) se encuentra la desembocadura del delta del río Paraná, una zona de gran atractivo para el turismo. Allí los visitantes pueden pasear en catamarán para disfrutar las bellezas naturales.
Estos catamaranes tienen horarios fijos de salida y siguen un itinerario preestablecido. De esta manera, las personas que adquieren su pasaje ya saben cuánto durará el paseo y qué lugares podrán apreciar durante la navegación.
Los catamaranes que navegan por el delta del río Paraná tienen una capacidad variable: algunos trasladan a menos de un centenar de pasajeros y otros, a doscientos. Algunas compañías ofrecen almuerzo y más servicios a bordo.
En la isla de Mallorca (España) también se pueden contratar excursiones en catamarán. Una de estas embarcaciones turísticas es el catamarán Oasis, con capacidad para 57 pasajeros y una tripulación de tres personas. El Oasis se impulsa con dos motores y dispone de una cubierta en dos alturas con solárium, barra de bar otras comodidades.