Vertical es una noción que tiene su origen etimológico en verticālis, un vocablo de la lengua latina. En el ámbito de la geometría, se califica como vertical al plano o a la recta que resulta perpendicular a otro plano o recta horizontal.
Vertical también es aquello que se extiende del pie a la cabeza o que presenta la dirección de una plomada (una pesa que cuelga de una cuerda y que, al pender, señala una línea de tipo vertical).
La posición vertical
Podemos comprender la noción con facilidad si pensamos en la posición de un cuerpo humano. Una persona que está de pie se encuentra en posición vertical; en cambio, una persona que está recostada se sitúa en posición horizontal.
También se puede entender el concepto al comparar distintos tipos de construcciones. Las casas de una sola planta son propiedades horizontales, que se extienden sobre la superficie. Los edificios (torres, rascacielos, etc.) son propiedades verticales ya que se desarrollan desde la superficie hacia arriba.
Uso simbólico del término
La idea de vertical se utiliza además de modo simbólico. Una organización es calificada como vertical cuando todas las acciones de los estratos inferiores dependen de las decisiones de los estratos superiores. Estas entidades respetan el orden jerárquico al máximo e implican la subordinación de quienes se sitúan en la zona más baja.
En el fútbol, se habla de un equipo vertical cuando el conjunto muestra una marcada predisposición ofensiva, tratando de recorrer el campo de juego con rapidez para llegar al área rival en el menor tiempo posible. Los equipos que no son verticales prefieren utilizar el ancho del campo y avanzar de un modo más pausado.
Hacer la vertical
Pararse de manos, hacer el pino o hacer la vertical es un ejercicio que los gimnastas ejecutan con facilidad, pero que parece muy difícil para el resto de las personas: consiste en invertir el cuerpo en el eje vertical, de manera que la cabeza quede en la parte inferior y las piernas apunten hacia arriba, con los brazos bien extendidos, que deben mantenerse firmes para que las manos sostengan el cuerpo entero.
Hacer la vertical no es simplemente un truco llamativo, sino que se trata de un procedimiento esencial en el arduo camino de trabajar el cuerpo, ya que trae diversos beneficios a la hora de practicar cualquier deporte, e incluso yoga. Si bien al principio pueden provocar miedo a las personas con modestas habilidades físicas, es importante señalar que puede practicarse contra una pared, para evitar gran parte de las potenciales caídas.
Entre los beneficios que trae la vertical se encuentra el fortalecimiento de los brazos, desde los hombros hasta las muñecas, además de una importante mejora en el sentido del equilibrio. Por otro lado, ayuda a fortalecer y estirar los músculos del abdomen, con el agregado de promover un mejor funcionamiento del sistema digestivo. Como si todo esto fuera poco, el hecho de ubicar el corazón por encima de la cabeza hace que el flujo de la sangre cambie de dirección y, por consiguiente, mejore la circulación y el drenaje linfático.
Para hacer la vertical contra una pared se recomienda escoger una habitación con bastante espacio libre y sin objetos peligrosos o frágiles cerca de la zona de práctica. Además, las primeras veces conviene pararse sobre una superficie acolchada, la cual puede servir para amortiguar los potenciales golpes.
Dependiendo de la estatura de cada uno, la distancia entre el cuerpo y la pared varía ligeramente, aunque el promedio es de aproximadamente un metro y medio. Después de prepararse con los brazos extendidos hacia arriba, nos impulsamos hacia adelante, apoyamos las manos en el suelo y comenzamos a girar el cuerpo de a una pierna por vez.