El cerdo es un animal mamífero que puede encontrarse en estado salvaje o doméstico. El nombre científico de la especie en estado natural es Sus scrofa y coloquialmente se lo conoce como jabalí o cerdo silvestre; mientras que aquéllos ejemplares que han sido domesticados reciben el nombre de Sus scrofa domestica.
Se trata de un cuadrúpedo con patas cortas y pezuñas, un cuerpo pesado, hocico flexible y cola corta. Cabe señalar que el término cerdo proviene de cerda, lo que hace referencia a su pelo grueso.
Distintas denominaciones
Los cerdos pueden recibir distintos nombres: cochinillos (cuando aún maman), cochinos (los cerdos cebados para la matanza), lechones (cerdos machos o, en ciertos países, cerdos que todavía maman), puercos (cochinos cebados) o chanchos (sinónimo de cerdo en varias naciones). Una piara es un grupo de cerdos.
Ante su hábito de revolcarse en el lodo, el término cerdo, cochino o puerco suele utilizarse para nombrar a las personas con mala higiene o hábitos desagradables. Por ejemplo. “No seas chancho y mastica con la boca cerrada”, “Juan es un cuerdo, siempre escupe cuando habla”.
Explotación del cerdo
En libertad, estos animales pueden vivir hasta quince años, sin embargo dado que el ser humano se apropia de sus vidas y los explota para el consumo de su carne, en cautiverio no llegan a los 5 o 6 años de vida, con suerte, porque muchos de ellos son asesinados antes de cumplir el año de vida.
La explotación de estos animales no solo se reduce a la carne sino que abarca también su cuero, para la fabricación de calzado, maletas y vestimenta y sus cerdas para la fabricación de cepillos.
Animal de gran inteligencia
En la cultura oriental los cerdos ocupan un lugar importante; se los considera animales sumamente sinceros y con una capacidad intelectual asombrosa. Por todo esto, dentro de la mitología oriental, estos animales resaltan por su inteligencia y su valor ancestral.
Si nos remitimos a la literatura, bastará acercarnos a la lectura de «Rebelión en la granja» de George Orwell, donde son estos animales los que dirigen el gobierno, es decir que toma a estos animales como verdaderos modelos de organización social y política.
Según lo expresan diversos estudios científicos, el cerdo es uno de los animales más inteligentes que existen y se caracterizan por ser sumamente curiosos e intuitivos; incluso se cree que su inteligencia es superior que la de un niño humano promedio de tres años de edad.
Con respecto a otros animales, como los perros, se sabe que pueden ser más inteligentes e igual de cariñosos y leales. Además, en un estado natural pueden desarrollar capacidades sociales sumamente complejas, siendo no sólo juguetones y traviesos sino también protectores y crear lazos con otros seres vivos de forma natural. Además, son capaces no sólo de hacer sus camas y buscar la mejor ración de comida, sino también de jugar a videojuegos y llevar vidas sociales sumamente complejas.
La memoria del cerdo
En lo que respecta a su memoria, se sabe que poseen excelentes capacidades para recordar a largo plazo, no solo sus nombres sino también órdenes y voces. De hecho, en un estudio realizado por el Dr. Curtis fue capaz de enseñarles a varios cerdos a saltar y sentarse al lado o ir en busca de algún objeto que él arrojara previamente, siendo incluso capaces de distinguir entre diversos objetos.
Lamentablemente los humanos pensamos únicamente en nosotros y nuestros placeres y en vez de acercarnos al resto de las especies con deseos de conocerlas y entablar relaciones con ellas, preferimos tomar de ellas lo que creemos que nos conviene, utilizando al resto de los organismos vivos a nuestro antojo como si fueran objetos. Y esto mismo es lo que hacemos con estos preciosos animalitos, ya que en lugar de aprender de ellos, preferimos relegarlos a una vida de hacinamiento para convertirlos en nuestro alimento. En «Rebelión en la granja» podíamos leer entre líneas un tratado sobre vegetarianismo, pese a ello, la mayoría de las personas humanas hoy en día continúan con sus dietas carnívoras.