El término clavicordio surgió a partir de la unión de dos palabras latinas: clavis (que se traduce como “llave”) y chorda (cuya traducción es “cuerda”). El clavicordio es un instrumento de música que, como su nombre lo sugiere, presenta cuerdas y también un teclado.
Durante el periodo comprendido entre los siglos XVI y XVIII fue cuando más utilización se realizó del clavicordio, que volvió a experimentar un momento de auge allá en el siglo XX. Lo que sucedió en este momento es que despertó un gran interés por la música antigua, que propició que se “resucitara” nuevamente a ese mencionado instrumento musical.
En el clavicordio, las teclas son palancas. Cuando se presiona una, una púa de metal conocida como tangente, que se encuentra en el otro extremo de la tecla, toca la cuerda. La tangente divide la cuerda en su longitud: una de las partes no produce sonido ya que se mantiene en contacto con una franja de fieltro, mientras que la otra parte genera un sonido cuya altura es determinada por la tangente.
No menos relevante es establecer que existen, fundamentalmente, dos tipos de clavicordios:
-El no ligado. También responde al nombre de independiente y es aquel que tiene una o dos teclas por cuerda. De ahí que la persona que utilice el clavicordio para interpretar una composición pueda tocar tantas notas al mismo tiempo como establezca el citado instrumento musical.
-El ligado, que se caracteriza porque puede darse la circunstancia de que llegue a tener hasta cinco teclas por cuerda en lo que se conoce como sucesión cromática.
La curva de sonido del clavicordio finaliza en el corto plazo. Esto quiere decir que, cuando la tangente deja la cuerda, el sonido concluye enseguida. El músico tiene la posibilidad de realizar efectos con sus dedos al modificar la fuerza que ejerce sobre la tecla mientras la tangente permanece sobre la cuerda en cuestión.
Más allá de que la intensidad sonora del clavicordio es débil, el intérprete puede atacar con más o menos fuerza e incidir sobre la respuesta del instrumento. Cabe destacar que es posible que dos o más teclas actúen sobre una misma cuerda, ya que la vibración se produce por partes.
Con un clavicordio se pueden ejecutar composiciones escritas para órganos, pianos o claves. De todas maneras, ante la escasa intensidad de su sonido, este instrumento no suele emplearse en conjuntos de cámara.
De la misma manera, hay otra serie de datos de interés sobre el clavicordio como son los siguientes:
-Se considera que fue creado en el siglo XV. En concreto, se le dio forma en el año 1400.
-Muchos son los grandes músicos y compositores de la historia que han hecho uso de un instrumento como este. Nos estamos refiriendo tanto a Mozart como a Bach, por ejemplo.
-Por regla general, cuenta con un tamaño de 127 centímetros de largo por 11 centímetros de alto y 36 centímetros de ancho. En lo que respecta a su peso, este suele ser de unos 18 kilos, aproximadamente.
