Competencia desleal es toda práctica comercial, empresarial o económica indebida o deshonesta que repercute negativamente en el proceso competitivo (o lo impide). Quien comete un acto de competencia desleal apelando a una conducta o acción de carácter fraudulento o engañoso pretende conseguir una ventaja respecto a sus competidores.
Sin embargo, estas maniobras que se inician con la idea de beneficiarse no hacen más que ir en contra del emprendedor, comerciante o empresario que las pone en marcha. Según se desprende de la realidad, quien lleva adelante una competencia desleal termina perdiendo prestigio, ingresos económicos, presencia en el mercado y clientela.
La competencia desleal, que debe combatirse con controles y regulaciones, afecta de modo negativo en los mercados, afecta a los consumidores y perjudica a negocios honestos que apuntan a una competencia leal y sana.
Características de la competencia desleal
La competencia desleal es, en pocas palabras, dañina. No hay buena fe en esta clase de accionar, sino engaños y ardides para convencer a los consumidores sobre la compra de un determinado producto o la contratación de un cierto servicio.
En un marco deshonesto, tramposo e injusto las empresas se ven impedidas de competir en un contexto de igualdad de condiciones. Por eso es esencial que existan organismos reguladores del mercado, una legislación antimonopolio y normativas que le den confianza, seguridad y protección a los actores intervinientes en un mercado. En este punto se abarca tanto a las empresas como a los miembros de la población que asumen el rol de consumidores.
Si bien a continuación describiremos los tipos de competencia desleal más comunes, de forma sintética podemos señalar como casos de competencia desleal a las acciones agresivas que impliquen el empleo de fuerza o los acosos, las omisiones intencionadas para engañar, las publicidades ilícitas y a la violación de reglas en pos de alterar las dinámicas del mercado en propio beneficio (o de terceros) y limitar, influenciar o condicionar la voluntad y la libertad de elección de los usuarios.
Tipos
Se reconocen a escala mundial múltiples tipos de competencia desleal. Vale la pena conocer las variedades existentes a fin de instruirse y poder, eventualmente, sumar herramientas que permitan protegerse o hacerle frente a la competencia desleal.
Una de las modalidades es el dumping. Así se define a la práctica de exportar productos a un menor precio respecto al valor con el cual se comercializa en el mercado interno de la nación de origen. Suelen emplear este recurso aquellos que prefieren que el negocio vaya a pérdida de manera temporal pero asegurarse de consolidarse en el mercado dejando desplazados o sin fuerza a los competidores. También se abraza al dumping mediante incentivos y políticas de precios que lleven a una empresa o marca a liderar un segmento de mercado. Dentro del ámbito del comercio internacional, sostienen los expertos en el tema, el dumping está considerado como una estrategia injusta e indebida de fijación de precios.
La propaganda, promoción o publicidad engañosa es otra táctica que se considera competencia desleal dado que provoca dentro del mercado oportunidades desiguales. A largo plazo, esta maniobra puede dañar la reputación de la compañía y derivar en, por ejemplo, sanciones económicas. Se interpreta como publicidad engañosa a anuncios o publicaciones que ocultan información o brindan datos inexactos y exagerados que, en principio, crean atracción y expectativas en los consumidores para luego decepcionarlos y herir su confianza.
Tampoco hay que dejar de aludir al espionaje industrial, otra variedad de competencia desleal. En este caso se trata de tareas y esfuerzos que se encaminan a la averiguación o descubrimientos de secretos de la competencia para sacar provecho o damnificar a una persona o empresa.
Los sobornos (es decir, el ofrecimiento de dinero o el hecho de aceptar algo a cambio de beneficios injustos e inmerecidos a nivel competitivo), el abuso de posición dominante y la infracción de derechos de propiedad intelectual son otras cuestiones que se catalogan como actos de competencia desleal.
Ejemplos de competencia desleal
En la vida cotidiana, lamentablemente, se producen muchas situaciones de competencia desleal. La piratería de marcas, por ejemplo, constituye un delito y alimenta al ámbito de la competencia desleal porque provoca confusión y engaños la utilización no autorizada de la propiedad intelectual de diferentes empresas.
Quienes se instalan, sin autorización, en alguna vereda (por lo general, repleta de locales comerciales en funcionamiento, en regla y correctamente habilitados) para vender productos de manera informal, es decir, sin abonar impuestos y manteniéndose al margen de la ley también reflejan una parte de la competencia desleal. No es justo que aquellos que invierten en un alquiler o mantienen en actividad un comercio y cumplen todos los requisitos que les imponen las autoridades pierdan o reduzcan su clientela al no poder competir con precios mucho más baratos y accesibles de mercadería comercializada en la vía pública sin fiscalizaciones, habilitaciones ni controles de ninguna índole. A su vez, los consumidores están expuestos a engaños y hasta a riesgos cuando se trata de productos alimenticios, golosinas y bebidas.