Conector es un adjetivo que se emplea para aludir a aquello que conecta (es decir, que une, enlaza o comunica). El término también suele usarse como sustantivo. En el caso específico de la lingüística, un conector es una unidad que hace posible el establecimiento de un vínculo semántico entre distintos fragmentos u oraciones de un texto.
Discursivo, en tanto, es algo que discurre o que está relacionado con un discurso. Un discurso, a su vez, es una sucesión de términos y frases; un razonamiento sobre una temática; o la facultad del raciocinio que permite las inferencias.
Partiendo de estas ideas, podemos centrarnos en la definición de conector discursivo. Así se llama al elemento que instaura una relación textual entre los diversos segmentos de un discurso.
Qué es un conector discursivo
El conector discursivo es la unidad lingüística que establece una vinculación lógica entre las distintas partes de un contenido textual, dotándolo de coherencia. Gracias a estos conectores, los tramos pueden integrarse y se comunica la información con fluidez.
Es importante tener en cuenta que un conector discurso no es lo mismo que un nexo gramatical. Mientras que el nexo gramatical es un elemento exclusivamente relacionado con la gramática, el conector discursivo sirve para sumar datos o incluso incorporar visiones opuestas, por ejemplo.
Sus funciones
A grandes rasgos, puede decirse que los conectores discursivos enlazan ideas. Su función esencial es ordenar el discurso y su alcance va desde ejemplificar y aclarar hasta resumir o concluir.
A partir del establecimiento de relaciones temporales, lógicas y de otra índole entre las oraciones, los conectores discursivos ayudan a que la información sea comprensible para el receptor. Su funcionamiento se da en la superficie textual, contribuyendo a que las asociaciones que producen sean interpretadas en el marco de una unidad mayor (el discurso en cuestión).
Tipos de conectores discursivos
Cabe resaltar que los conectores discursivos pueden enmarcarse en diferentes categorías gramaticales. Hay conjunciones, adverbios y locuciones conjuntivas que pueden desempeñar este rol, por mencionar algunas posibilidades.
Los conectores discursivos, asimismo, pueden clasificarse como consecutivos, aditivos o contraargumentativos según la acción que concretan. Lo habitual es que en un texto se combinen las diversas clases de conectores.
Algunos ejemplos
Veamos cómo funcionan los conectores discursivos en un texto: “Antes que nada, quiero decir que estoy feliz y agradecido por esta distinción. Sin embargo, me veo forzado a rechazarla. Aunque sé que es un reconocimiento a mi trabajo, la coyuntura política me impide aceptarla. Por lo tanto, sugiero que el reconocimiento se destine a otro escritor. Para terminar, hago un llamado al diálogo y a la unión”.
En este fragmento textual, podemos encontrar varios conectores discursivos: “antes que nada”, “y”, “sin embargo”, “aunque”, “por lo tanto” y “para terminar” son unidades lingüísticas que permiten ordenar el mensaje y hacen que quien enuncia el mismo pueda transmitir sus ideas con claridad y de forma ordenada. La estructura del texto, en definitiva, adquiere su forma gracias al uso de estos conectores, aunque también en muchos casos podrían utilizarse otros equivalentes sin que se resienta el sentido del discurso.