La ciencia y técnica dedicada a producir y difundir información útil para la toma de decisiones económicas recibe el nombre de contabilidad. Su desarrollo implica un estudio del patrimonio de las entidades para el reflejo de sus resultados en estudios contables o financieros, que aportan el resumen de una situación económica.
Comercial, por su parte, es aquello perteneciente o relativo al comercio o a los comerciantes. Se conoce como comercio a la negociación llevada a cabo para comprar o vender algo, a la tienda o almacén comercial y al conjunto de comerciantes.
Qué es la contabilidad comercial
La contabilidad comercial, por lo tanto, es la rama de la contabilidad centrada en las actividades de un comercio. Gracias a la contabilidad, el comercio logra tener el registro de todas sus operaciones que pueden cuantificarse en términos de dinero.
El registro de los ingresos y egresos monetarios permite que el comercio saque conclusiones sobre su desempeño y que planifique sus actividades en el corto, mediano y largo plazo. Con la contabilidad comercial, por ejemplo, es posible saber cuáles fueron las ganancias mensuales de una tienda en el último año y de qué capital dispone para realizar inversiones.
Todos los comercios desarrollan, de alguna manera, la contabilidad comercial. Aquellos que movilizan grandes cantidades de dinero suelen contar con un departamento o con un especialista dedicado exclusivamente a los estudios contables. Los pequeños comercios, en cambio, pueden prescindir de un contador ya que el propietario realiza las tareas básicas del ámbito, como registrar los gastos por la compra de mercadería y las ventas realizadas.
Opciones para su registro
A la hora de informatizar la contabilidad de una empresa, un paso que es difícil de evitar en la actualidad, existen tres caminos fundamentales: elaborar una serie de tablas en una planilla de cálculo que reflejen la actividad que hasta entonces hayamos efectuado a mano en papel; comprar uno de los tantos programas desarrollados específicamente para la contabilidad comercial de pequeñas y medianas empresas; contratar a un programador para que cree una aplicación a medida de nuestras necesidades.
La primera opción es sin lugar a dudas la más económica de las tres, especialmente considerando que existen varios productos gratuitos ideales para este propósito, como ser los paquetes de ofimática OpenOffice y LibreOffice, ambos con sus planillas de cálculo de igual nombre, «Calc». Sin embargo, a pesar de tratarse de el camino que menos dinero requiere, confeccionar nuestras propias tablas puede resultar demasiado exigente para aquellos que no posean los suficientes conocimientos de informática, o bien la intuición para adquirirlos.
Es en dichos casos que contratar a un desarrollador puede resultar más adecuado, aunque esto tampoco garantiza el éxito, ya que es importante entregarle un diseño bien claro y específico del programa que necesitamos, ya que no podemos esperar que él cuente con conocimientos de contabilidad comercial. Esta aclaración es muy importante: si no podemos elaborar un detallado esquema de todas las funciones que esperamos utilizar para nuestro trabajo, es preferible decantarse por los productos específicos, que son muchos y ya han sido probados por miles de usuarios.
Software de contabilidad comercial
Algunos de los programas más conocidos para llevar la contabilidad comercial con los siguientes:
* Managerial Analyzer: ofrece las herramientas necesarias para analizar los aspectos económico y financiero de una compañía. Algunas de ellas son gráficos detallados de rentabilidad y de balances, y su compatibilidad con Excel, que permite importar y exportar archivos;
* Contasol: se destaca por su sencilla interfaz y sus avanzadas herramientas, que lo convierten en un programa muy versátil y fácil de usar. Cabe mencionar que es gratuito y que ofrece la posibilidad de gestionar más de un negocio a la vez;
* DivaCon: es ideal para la administración de pequeñas y medianas empresas. Entre las muchas funciones que incluye se encuentran la gestión de movimientos de IVA, los lineales de asiento y la cartera de vencimientos.