La noción de contrabajo, que deriva del italiano contrabasso, se usa para denominar a un instrumento músical de gran tamaño y sonido grave. Se trata de un instrumento de cuerda frotada que se toca con un arco.
Por lo general el contrabajo dispone de cuatro cuerdas, que se afinan por cuartas. Sin embargo también existen los contrabajos de cinco cuerdas y los contrabajos de tres cuerdas, aunque son menos frecuentes. Para producir el sonido, el contrabajista debe frotar las cuerdas con un arco, aunque otra posibilidad es pulsar las cuerdas directamente con los dedos.
El origen del contrabajo se remonta al siglo XVI, posiblemente como una derivación de otro instrumento conocido como violone. Recién en el siglo XIX el contrabajo comenzó a tener las características que lo definen en la actualidad, combinando propiedades de la viola da gamba y el violín. Por aquellos años su inclusión también se volvió habitual en las orquestas.
Cabe destacar que hay una versión del contrabajo tradicional (acústico) que dispone de amplificación electrónica: el contrabajo eléctrico. En este caso, el instrumento tiene un tamaño mucho más reducido.
Entre los contrabajistas más conocidos a lo largo de la historia se encuentran Willie Dixon, Oscar D’León, Charles Mingus y Rinat Ibragimov. El contrabajo se emplea en géneros y estilos como la música clásica, el jazz y el rockabilly.
No obstante, aunque estos son algunos de los contrabajistas más conocidos de la historia, no podemos pasar por alto tampoco la figura de otro muy especial. Nos estamos refiriendo al veneciano Domenico Dragonetti (1763 – 1846), que está considerado como el primer contrabajista virtuoso. Y es que no solo con 13 años tocaba ese instrumento de manera perfecta sino que a los 14 se convirtió en el contrabajista de la Ópera buf, formó parte de la Gran Ópera de Vicenza y, además, llegó a sustituir a Berini en la famosa Capilla de San Marcos en Venecia.
De la misma manera, Giovanni Bottesini (1821 – 1889) fue otro de los grandes virtuosos de este instrumento que nos ocupa. En concreto, este hombre nacido en Crema (Lombardía) recorrió el mundo dando conciertos y teniendo como presentación el que era el «Paganini del contrabajo».
Además de todo lo indicado no podemos pasar por alto tampoco el hecho de que este instrumento musical se ha convertido en pieza clave y protagonista de algunos géneros musicales. Este sería el caso, por ejemplo, del llamado rockabilly y del psychobilly. En estos campos, también hay grandes contrabajistas como sería el caso del estadounidense Lee Rocker (1961), que formó parte del grupo Stray Cats y que desde la década de los años 90 continúa su carrera musical en solitario.
El norteamericano Willie Dixon (1915 – 1992) fue otro contrabajista relevante de esos dos géneros expuestos y formó parte de la banda The Big Three Trio.
Es importante mencionar que, además del instrumento de cuerda, el concepto de contrabajo se emplea para aludir a la voz que es más profunda y grave que la voz del bajo ordinario. El sujeto con este tipo de voz es conocido como contrabajo.
