Conversión es un término con origen en el latín conversio que hace referencia a la acción y efecto de convertir o convertirse (hacer que una persona o una cosa se transforme en algo distinto de lo que es en primer lugar).
Para la retórica, por ejemplo, la conversión o epífora es una figura que consiste en utilizar una misma palabra al fin de dos o más miembros del período.
La conversión en la religión
El concepto se utiliza en el ámbito de la religión para nombrar a la práctica que consiste en que una persona adopte como propias las creencias y los rituales de la comunidad de creyentes a la que se suma. La conversión supone un rito de iniciación o de paso a través del cual el converso es reconocido pública y oficialmente como nuevo miembro del grupo.
La cristianización es la conversión al cristianismo. A lo largo de la historia, este proceso se ha llevado a cabo de distintas maneras, tanto pacíficas como violentas. El rito de iniciación del cristianismo es el bautismo.
La conversión al judaísmo es regulada por una norma conocida como giur. El converso debe someterse a la circuncisión y un baño ritual, además de mostrar su entendimiento sobre la religión y de aceptar las obligaciones que esta impone.
El tipo de cambio
La conversión también puede hacer referencia al cambio de moneda o divisas, que es una operación financiera que consiste en cambiar dinero de un país (por ejemplo, pesos argentinos) por dinero de otro (dólares, euros, etc.).
En el caso de la moneda, conseguir la mejor conversión posible en un momento determinado requiere de diversos factores, siendo los más importantes el tiempo y la movilidad; muchas empresas dedicadas al cambio de divisas se aprovechan de circunstancias tales como estar en un aeropuerto, a punto de embarcarse en un vuelo y necesitar el dinero de manera urgente. Del mismo modo, suele haber considerables diferencias en la tasa entre dos monedas determinadas, según el país en el cual se realice la conversión.
Informática y conversión de archivos
En la informática, la conversión es la transformación de los datos informáticos de una representación concreta a otra, lo que implica el cambio de formato de los bits. Por otro lado, el concepto hace alusión a la adaptación de un archivo, generalmente de vídeo o audio, para que sea posible su reproducción en un programa o entorno de trabajo determinado.
A pesar de la estandarización y la masificación del contenido multimedia en medios digitales, lejos estamos de un sistema universal en el cual sea posible consumir todos los productos de manera simple y directa. Cada compañía tiene sus propios intereses y esto suele conducir a la creación de formatos propios, incompatibles con los reproductores de la competencia; esta situación se aprecia a diario con la gran variedad de extensiones de archivos de audio y vídeo, tales como mp3, aac, wmv, avi y mov.
Cómo pasar de un formato a otro
Existen diversas aplicaciones capaces de realizar la conversión de un archivo pero, como es de esperarse, no hay un solo programa que domine todos los formatos, y a esto se suma que muchos de ellos no ofrecen resultados muy satisfactorios. La gran cantidad de herramientas que prometen las mismas prestaciones y que circulan por la Red en forma gratuita hace difícil divisar la que realmente funciona como debería.
Por lo general, lo más recomendable es hacer uso de un programa de fuente abierta, ya que tiene el respaldo de muchos desarrolladores que trabajan constantemente para mejorarlo e incluir todas aquellas características que desean los usuarios. Sin embargo, algunos reproductores de gran fama mundial permiten convertir sus archivos a formatos para ellos secundarios; tal es el caso de iTunes, que prioriza la utilización y distribución de canciones en aac, pero ofrece su conversión a mp3.