El copretérito es ideal para describir varias situaciones que coexisten en el tiempo y el espacio.
La noción de copretérito, propuesta por el humanista venezolano-chileno Andrés Bello, alude al pretérito imperfecto. Se trata de un tiempo verbal caracterizado por referir generalmente a una acción que se desarrolló en simultáneo a otra pasada.
TemasAl mismo tiempo
En el copretérito, los límites temporales no suelen resultar demasiado relevantes. El verbo en copretérito, de hecho, no define si el proceso ya se completó o si aún está en desarrollo.
Un uso frecuente del copretérito se da cuando dos acciones pasadas se llevan a cabo al mismo tiempo. Por ejemplo: “Los niños jugaban mientras sus padres conversaban amablemente”. En este caso “jugaban” y “conversaban” son verbos conjugados en copretérito. La oración expresa que los pequeños se divertían en el mismo momento en que sus progenitores charlaban.
Volviendo al tema de los límites temporales, si bien es cierto que el ejemplo se encuentra conjugado en pasado, no sería raro que los niños siguieran jugando y los padres, charlando, al momento de su emisión. Esto podría ocurrir si el emisor hubiera visto dicha situación tan sólo un momento antes de describirla frente a su interlocutor: «Recién entro de la calle y vi que…».
Oponer hábitos
El copretérito también aparece para oponer un hábito del pasado a una conducta diferente del presente: “Antes almorzaba siempre comida chatarra, pero ahora prefiero ensaladas”, “Aunque en mi juventud fumaba, luego pude dejar el cigarrillo”.
En estos ejemplos podemos notar una vez más que los límites temporales no resultan tan relevantes en el copretérito. La oposición de acciones del pasado con otras que las han reemplazado tiene el propósito de indicar que las primeras ya no se llevan a cabo, y no de especificar el punto en el tiempo en el cual finalizaron.
Si, en cambio, quisiéramos señalar la fecha (exacta o aproximada) deberíamos recurrir al pretérito imperfecto: «el año pasado dejé la comida chatarra y comencé a almorzar ensaladas». De hecho, ambas oraciones pueden usarse para explicar la otra, ligándolas con construcciones como «o sea que» o «por lo tanto», entre otras.
Descripciones del pasado
Las descripciones que no tienen continuidad en el presente pueden desarrollarse en base al copretérito: “Los jóvenes lloraban sin consuelo ante el cuerpo del maestro y trataban de consolarse mutuamente; fuera de la sala velatoria, el cielo estaba oscuro y no dejaba de nevar”.
Si bien es cierto que este ejemplo nos puede hacer pensar en el de los niños jugando mientras los padres conversaban, expuesto más arriba, hay un matiz que los diferencia ligeramente: la continuidad en el presente. Hemos dicho que este aspecto no suele ser muy relevante en el copretérito, y eso se mantiene; sin embargo, en el caso de una descripción como la del párrafo anterior es más posible que las acciones hayan concluido, ya que parece tratarse del relato de alguien que presenció dicha situación hace tiempo.
Fórmulas de cortesía
Otro uso del copretérito aparece en las fórmulas de cortesía: “¿Buscaba algo, señora?”, “¿Necesitaba ayuda, señor?”.
Los dependientes suelen usar el copretérito al atender a sus clientes, aunque con intención de presente.
Si analizamos este tipo de fórmulas teniendo en cuenta solamente el significado que nos evoca el uso de este tiempo verbal, nuestro entendimiento se ve comprometido, ya que a simple vista las preguntas hacen referencia al pasado. Sin embargo, se usan para conocer la situación de la otra persona en el momento de la conversación, es decir, en el presente. Una salvedad: si el emisor comenzara diciendo «Ayer la vi por la tienda. ¿Buscaba/necesitaba algo?» sí haría referencia al pasado.
Desinencias y verbos irregulares
Es importante tener en cuenta que, en nuestra lengua, hay verbos irregulares como ver, ir y ser con conjugaciones particulares. Para el resto, en el copretérito, se deben agregar desinencias como -aba, -abas, -aban, -abais, -ábamos, -ía, –ías, –ían, -íais e -íamos.
