Antes de entrar de lleno en el significado del término cordófono, vamos a proceder a conocer su origen etimológico. En este caso, podemos exponer que se trata de una palabra que deriva del griego, exactamente de «chordae», que puede traducirse como «cuerda».
El término cordófono no aparece en el diccionario de la Real Academia Española (RAE). El concepto se utiliza para nombrar al instrumento musical cuyo sonido se produce por la vibración de una o más cuerdas.
Las cuerdas de los cordófonos se encuentran tensionadas entre dos puntos fijos. Por lo general el instrumento cuenta con un cuerpo que funciona como caja de resonancia, amplificando el sonido producido cuando estas cuerdas vibran.
Existen distintas clasificaciones de cordófonos. No obstante, una de las más generalizadas es la que los divide en cítaras, que son cordófonos simples, y en cordófonos compuestos, entre los que están tanto las arpas como los laúdes.
En concreto, es interesante conocer que existen cuatro maneras de ejecutar a los mencionados cordófonos, como vamos a analizar a fondo a continuación. Nos estamos refiriendo a la frotación, con arco o con una rueda; al punteo, con los dedos o de forma mecánica; mediante percusión, con martillos o varillas; y por vibración por simpatía.
Los instrumentos de cuerda pueden calificarse de distinto modo. Aquellos de cuerda pulsada, como su nombre lo indica, suenan cuando la cuerda es punteada o pulsada por los dedos o por una púa (plectro): la guitarra, el bajo, el arpa, la lira, el laúd, el ukelele y el charango, entre otros.
Los cordófonos de cuerdas frotadas, por otro lado, requieren de un arco que frote las cuerdas para producir la vibración. En este grupo encontramos instrumentos como el violín, el contrabajo, el violonchelo y la viola.
Existen también los cordófonos de cuerdas golpeadas o percutidas. En este caso, las cuerdas del instrumento vibran mediante golpes que se realizan con piezas conocidas como macillos, que están vinculadas a teclas. El piano y el clavicordio son ejemplos de esta clase de instrumentos de cuerda.
En numerosos estilos y géneros musicales se utilizan cordófonos. La guitarra puede aparecer en el tango, el arpa en la ópera, el violín en la música celta y el piano en el jazz, por citar apenas algunas posibilidades. Habitualmente los cordófonos aparecen acompañados por otros tipos de instrumentos: de percusión, de viento, etc.
Otros datos de interés sobre los cordófonos que merece la pena conocer son los siguientes:
-La mayoría de los cordófonos que se utilizan en el continente europeo provienen de instrumentos procedentes de Oriente Medio.
-La bandurria, el requinto, el laudín, el cuatro venezolano, el guitarrón o el guembrí son otros de los cordófonos que existen.
-El material del que puede estar fabricadas las cuerdas de los cordófonos es muy diverso. Así, pueden confeccionarse con fibras sintéticas pero también de pelos de animal, de seda, de tendones de diversas especies animales, de alambre…
-En las orquestas los cordófonos más habituales que pueden encontrarse son el clavecín, el arpa, el contrabajo, la guitarra, el piano, la viola, el violoncello y el violín.