Los corredores biológicos son rutas o caminos que conectan ecosistemas y paisajes, contribuyendo, por ejemplo, a la conservación de la biodiversidad.
Los corredores biológicos son, de acuerdo a la definición teórica enmarcada en el derecho ambiental, territorios de características y dimensiones variables que conectan entre sí a espacios naturales relevantes para la fauna y flora silvestre. Gracias a ellos, integrantes de diferentes especies pueden hacer intercambios genéticos o una migración, por ejemplo.
Este espacio geográfico, también denominado corredor de conservación o corredor verde, ofrece conectividad ecológica por unir hábitats, ecosistemas y paisajes, ya sean naturales o sometidos a alguna clase de transformación por parte del ser humano. De este modo se garantiza la conservación de la naturaleza al asegurar la biodiversidad, al minimizar o prevenir la fragmentación de hábitats, al favorecer la dispersión de semillas y al permitir el desarrollo de múltiples procesos evolutivos. Se ha estudiado, específicamente, que los animales y la vegetación autóctona se benefician cuando se despliegan corredores biológicos que se integran de alguna manera a una actividad productiva.
Dada la importancia de los corredores biológicos es necesario y constructivo saber, entre otras cuestiones, cómo son, de qué manera se planifican, se diseñan, se implementan y se gestionan; qué ventajas ofrecen y cuáles se pueden encontrar a lo largo y ancho del planeta. Conviene, de igual modo, instruirse en relación a cuánto influye la creación de corredores verdes en la reducción de la huella ecológica y, en definitiva, en el incremento del bienestar de todos los seres vivos. Vale resaltar que estos espacios ayudan a mantener la temperatura bajo control, minimizan la contaminación (tanto acústica como atmosférica) y estimulan a seleccionar una opción no contaminante al buscar un medio de locomoción o movilidad (como ocurre con las bicicletas, por ejemplo).
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ResumenTipos de corredores biológicos
De buscar información sobre las variedades de corredores biológicos se advierte una primera clasificación, bastante amplia, que da cuenta de la existencia de corredores biológicos antrópicos (es decir, que son resultado de modificaciones o alteraciones derivadas del accionar humano) y de corredores biológicos naturales (los cuales son obra de la misma naturaleza).
De considerarse cada localización, por otra parte, se imponen categorías como las de corredores urbanos verdes y los corredores marinos.
En pos de instaurar a escala global el desarrollo sostenible, asimismo, es útil analizar el potencial de los llamados corredores agrícolas, recomendables también para favorecer la adaptación al cambio climático de polinizadores.
Tampoco hay que pasar por alto los criterios de tipificación que presentan a los corredores ecológicos, según corresponda en cada caso, como corredores de conservación, macrocorredoes o corredores biológicos.
Los corredores de conservación son regiones de amplia extensión que aseguran la conectividad ecológica entre reservas biológicas, parques nacionales, etc.
Ejemplos
A continuación compartiremos ejemplos de corredores biológicos mencionando varios que se distribuyen en distintos continentes.
Al centrar la atención en la superficie europea, por indicar una posibilidad, sale a la luz el Cinturón Verde Europeo. Dicha iniciativa vincula reservas de la biosfera, parques nacionales y áreas protegidas. Esta ruta se segmenta en dos pares de sectores con cobertura regional: el Cinturón Verde Centroeuropeo, el Cinturón Verde Fenoscandiano, el Cinturón Verde Balcánico y el Cinturón Verde Báltico. En suelo andaluz, en tanto, se distingue al Corredor Verde Dos Bahías que enlaza a varios parques naturales.
Con la intención de promover la sostenibilidad ecológica y facilitar el movimiento de fauna entre numerosos países, por otra parte, se le ha dado impulso al Corredor Biológico Mesoamericano (CBM). Conviven en esta región diferentes zonas y se observan cuantiosos biomas y ecorregiones.
Dentro del territorio argentino, por sumar otra referencia, aparece el Corredor Verde situado en la provincia de Misiones. Su propósito es compensar las actividades que se realizan en esos espacios en materia agroforestal y ayudar a la preservación de bosques nativos resguardando a los ejemplares de flora y fauna que allí se desarrollan.
Los corredores verdes, además de embellecer territorios a partir de las bondades de la naturaleza, contribuyen al bienestar físico y mental de la población.
Anuncios vinculados a los corredores biológicos
Los medios de comunicación, así como los Gobiernos de manera oficial, suelen realizar con cierta frecuencia anuncios vinculados a los corredores biológicos.
Hace unos meses trascendió, por ejemplo, que autoridades de la provincia argentina de Misiones y sus pares del estado brasileño de Río Grande Do Sul empezaron a trabajar en conjunto para la creación de un corredor biológico internacional destinado a conservar la biodiversidad más allá de las fronteras.
También es usual que se divulguen novedades acerca del Corredor Biológico Mesoamericano que está enmarcado en la Estrategia Mesoamericana de Sustentabilidad Ambiental y que suele ser motor de proyectos, iniciativas y reuniones. El Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica, en concreto, busca la cooperación a nivel regional a fin de fomentar el desarrollo sostenible teniendo en cuenta como ejes a la competitividad sostenible, al cambio climático, a la biodiversidad y a los bosques.
Resulta interesante saber, de igual modo, que existe una decisión política dentro de la Gobernación de Cochabamba (Bolivia) para instaurar y extender corredores biológicos urbanos. El objetivo es la reforestación de puntos estratégicos de la zona céntrica así como de otras regiones apelando a plantines de cientos de especies nativas.
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