Definición de

Huella ecológica

Huella medioambiental

Calculando la huella ecológica es posible conocer el nivel de demanda de recursos naturales que hay en diferentes contextos y lugares del mundo, quedando así al descubierto el impacto ambiental.

Huella ecológica es una expresión que alude a un índice vinculado a cuánto y cómo repercuten las actividades humanas sobre el entorno natural.

Este concepto cobró relevancia mundial a partir de la publicación de “Our Ecological Footprint. Reducing Human Impact On The Earth”, un libro lanzado por Mathis Wackernagel y William Rees.

Se trata, en definitiva, de un indicador que da cuenta del impacto ambiental y refleja a escala internacional qué tanta sostenibilidad hay en ciertas conductas sociales o determinados estilos de vida. Su cálculo exige analizar hábitos de consumo, uso de recursos y el porcentaje de desechos generados en una población puntual. La medición, de acuerdo a los expertos en el tema, se establece en hectáreas globales por año y cantidad de superficie correspondiente por habitante una vez que se determina, o se obtiene, una cifra estimada del consumo y otra relacionada a la productividad para dividirlas entre sí.

Tipos de huella ecológica

Al revisar la teoría salen a la luz varios tipos de huella ecológica. Cada una de estas modalidades contribuye a deducir las emisiones de CO2, el consumo de energía y de otros recursos, la extensión de suelo y el número de materiales que entran en juego en las fases productivas.

La huella hídrica, por describir un caso concreto, alude al aprovechamiento de agua dulce tanto de forma directa como indirecta, ya sea por parte de productores o de consumidores. Cabe resaltar que la idea de consumo directo se asocia al agua que se usa o contamina en el marco de la elaboración de un bien y a aquella que sirve como ingrediente para un producto. El consumo indirecto, en tanto, engloba al agua que se requiere para la producción de las materias primas.

Es enriquecedor mencionar la existencia de una clasificación cromática destinada a la huella hídrica. La huella hídrica gris, en este contexto, refiere a la calidad del agua: marca cuánto volumen de agua dulce se necesita para equiparar el porcentaje de contaminación (por derrame de sustancias contaminantes o mezclas de vertidos). La huella hídrica azul alude a los usos consuntivos de agua (subterránea o superficial) evaporada y la huella hídrica verde comprende a cómo y cuánto se aprovecha el agua procedente de las precipitaciones (la lluvia).

Huella hídrica

La huella hídrica puede disminuirse desde lo individual haciendo un consumo responsable y apostando por la economía circular, por ejemplo.

El indicador denominado huella de carbono, por otra parte, manifiesta el total de gases de efecto invernadero que se emiten por acción directa o indirecta de una entidad, material, persona, estructura, etc. Al medirlo se consideran estándares de orden internacional, pudiéndose distinguir entonces entre huella de carbono de una organización y huella de carbono de productos o servicios.

Tampoco hay que pasar por alto las particularidades de la huella de nitrógeno, la cual señala qué cantidad de nitrógeno se libera al medioambiente a raíz de actividades desarrolladas por seres humanos.

Las mediciones, incluso, pueden ramificarse y dar resultados sobre una huella ecológica personal (individual) o corporativa (con una mirada grupal), o bien sobre una huella ecológica que puede ser nacional o global.

Importancia y ventajas

Es necesario e importante prestarle atención a los datos arrojados por la huella ecológica dado que sirve para tomar conciencia acerca de qué extensión de espacio marino y terrestre se requieren para la producción de cada bien y recurso que consume la sociedad. De igual modo, a través de ella se consigue saber cuánta superficie hace falta para la absorción de todos los desechos generados.

Haciendo foco en la huella ecológica, asimismo, las autoridades de cada nación pueden diseñar una gestión ambiental estratégica y hacer una evaluación de impacto ambiental. También es posible identificar áreas críticas en materia de sostenibilidad y delinear acciones destinadas a conseguir una reducción de la huella ecológica.

Prácticas sostenibles

El reciclaje es una práctica sencilla y eficaz que nos permite a todos reducir la huella ecológica personal.

Ejemplos de huella ecológica

La huella ecológica se analiza considerando una amplia variedad de costumbres o filosofías de vida que se extienden a lo largo y ancho del planeta.

De acuerdo a una investigación relativamente reciente, el rubro de la alimentación es responsable del 25 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero que se producen por año. Se estima que una baja a escala mundial del consumo de lácteos y carnes podría llegar a minimizar significativamente la huella de carbono.

Como ejemplos o propuestas de acciones que se pueden implementar en pos de reducir la huella ecológica aparecen el uso de energías renovables, las prácticas de reciclaje y reutilización de recursos y la adopción de una dieta de bajo carbono. También son útiles y beneficiosos para esta causa los sistemas de transporte sostenible, los principios de comercio justo y los proyectos de edificación verde.

¿Te sirvió este artículo?

Cómo citar este artículo Verónica GudiñaPublicado por Verónica Gudiña, el 10 de septiembre de 2024. Huella ecológica - Qué es, tipos, importancia, ventajas y ejemplos. Disponible en https://definicion.de/huella-ecologica/
Buscar otra definición
x