Cosmogonía es un término que deriva del vocablo griego kosmogonía. El concepto alude a los diversos mitos que explican el origen de la vida y del mundo. También, de acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), puede referirse a la teoría de la ciencia que está centrada en el nacimiento y la evolución del universo.
El uso más habitual de la noción, de todos modos, se vincula a un relato mítico. Existen numerosas cosmogonías, desarrolladas a lo largo de la historia por diversas culturas. Por lo general todas las cosmogonías parten de un caos originario cuyos elementos luego se agrupan y se ordenan gracias a la intervención de fuerzas sobrenaturales o divinidades.
A partir de la cosmogonía, el ser humano percibe de cierta manera particular aquello que lo rodea, forja su identidad y minimiza la incertidumbre que se produce cuando concibe algo caótico. Los relatos cosmogónicos suelen ser transmitidos de generación en generación entre los integrantes de una misma comunidad.
Como mito, la cosmogonía puede resultar contradictoria o ambigua ya que su mensaje no es único y excluyente. Se trata de un modo de explicación que desarrolla el humano ante aquello que no comprende: con el paso del tiempo y con los cambios de contexto, la cosmogonía puede readaptarse para facilitar su interpretación.
La cosmogonía del cristianismo, por ejemplo, se encuentra detallada en el primer libro de la Biblia, conocido como Génesis. Según esta cosmogonía, Dios creó el universo a partir de la nada: «en el principio» se produjo la creación la tierra y el cielo y luego apareció la luz, dividiendo el día y la noche.
A nivel científico, la teoría del big bang puede entenderse como parte central de la cosmogonía contemporánea, estipulando que el universo se creó a partir de una inmensa explosión.
Cosmogonía griega
En la mitología griega encontramos un sinfín de relatos en los cuales se recogen los ritos y las creencias del pueblo heleno acerca del origen del hombre y del universo mismo. Estas leyendas nos muestran una parte fundamental de la historia del ser humano, que se extiende a lo largo de más de un milenio comenzando por el 2000 a. C. y alcanzó su plenitud con la creación de Ilíada, Odisea y la Teogonía de Hesíodo.
El relato titulado Teogonía de Heíodo, precisamente, es el más conocido de todos los que comprenden la cosmogonía griega. Fue escrito hacia principios del siglo VII a. C. y se trata de una fuente de inspiración incalculable para la mitología del pueblo heleno.
Hesíodo fue un poeta griego nacido aproximadamente en el año 700 a. C., considerado el primer filósofo de la Antigua Grecia, dadas las características de sus escritos. En esta obra se puede apreciar una recopilación de mitos religiosos y la organización de la genealogía de los dioses, a la vez que se aborda el tema de la formación del propio universo. El interés principal de Hesíodo era el estudio de «la estirpe de los inmortales», más que el surgimiento del cosmos.
Un escritor rumano llamado Mircea Eliade, un filósofo y escritor rumano que se especializó en mitología, distinguió cuatro fases en esta obra esencial para la cosmogonía griega:
* en la primera se menciona la existencia de Caos, Gea, Eros y la primera generación de los dioses;
* la segunda se centra en la historia según la cual Cronos castró a Urano;
* en la tercera, se describen los intentos por parte de Rea para evitar que Cronos devore a Zeus, su hijo;
* la última contiene la narración de la batalla que enfrentó a los Titanes contra Zeus y los dioses, la cual se conoce con el nombre de Titanomaquia.