El vocablo griego chrōmatikós derivó en el latín chromatĭcus, que a su vez llegó al castellano como cromático. Este término refiere a aquello vinculado a los colores.
Para saber a qué alude la idea de cromático, por lo tanto, es imprescindible definir qué es un color. Así se denomina a la sensación que generan los rayos de luz al causar una impresión en los órganos de la visión. Dicha impresión varía según la longitud de la onda.
La variedad cromática de algo, por ejemplo, se asocia a los diferentes colores disponibles. Supongamos que un fabricante de automóviles ofrece un determinado modelo en gris, en negro y en blanco. Esto quiere decir que la variedad cromática de dicho vehículo consta de tres opciones.
Aberración cromática
Cuando el adjetivo se aplica a un cristal, la noción de cromático hace mención a que los elementos presentados al ojo aparecen contorneados con los tonos del arco iris. Si la imagen generada por un sistema óptico no posibilita la coincidencia entre las representaciones de un mismo cuerpo generadas por los distintos colores de la luz, se habla de aberración cromática.
Esta aberración cromática es una distorsión óptica. La lente no logra realizar el enfoque de la totalidad de los colores en un mismo punto de convergencia, con lo cual aparece la aberración, que puede ser lateral o longitudinal. En una cámara tradicional, es decir, analógica, este defecto es común y se puede apreciar no sólo en vídeos caseros sino en películas de altísimo presupuesto.
Pero a pesar de que se trate de una limitación o un problema en ciertas obras del pasado, la aberración cromática se usa con mucha frecuencia en la actualidad para generar una gran variedad de efectos y sensaciones en el público, tanto en el ámbito del cine como en el de los videojuegos. Al día de hoy, este «defecto» se reproduce de forma digital, aplicando un efecto al contenido, de manera que los creadores de contenido deciden cuándo usarlo, en lugar de sorprenderse al verlo como parte de un problema a la hora de filmar.
En el mundo del videojuego, la aberración cromática puede usarse para incomodar al jugador, en una gran variedad de escenas y situaciones. Una de las aplicaciones más comunes es la simulación de la visión subacuática: dado que cuando estamos buceando no vemos con la misma claridad que en la superficie, por medio de esta distorsión los desarrolladores consiguen que sintamos esa diferencia, con la consiguiente incomodidad que nos supone no poder usar nuestro sentido de la vista en su totalidad.
El concepto en la música
En el terreno de la música, por otra parte, una escala cromática se desarrolla por intervalos de semitonos. Un semitono cromático, en este marco, es un semitono menor (abarca dos comas o partes).
Las escalas cromáticas se usan en muchas obras, tanto las mal llamadas clásicas (la música académica, que puede pertenecer al período clásico pero también al barroco, al romanticismo o incluso al presente) como las populares, en sus diversos géneros. En el caso de la ópera, por ejemplo, es más común encontrarse con pasajes cromáticos en las obras escritas para voces femeninas, ya que suelen contener un mayor grado de virtuosismo que las piezas para hombres.
Cantar una escala cromática, tanto en sentido ascendente como descendente, o bien combinando ambos sentidos, requiere una técnica muy sólida para que el resultado sea claro y musicalmente correcto. Se deben combinar una buena respiración con una colocación precisa, que permita al oyente distinguir cada nota de manera individual.