Para poder conocer el significado del término curtir, se hace necesario, en primer lugar, descubrir el origen etimológico del mismo. En este caso, podemos exponer que se trata de una palabra que deriva del latín, exactamente del verbo «conterere», que puede traducirse como «desgastar por frotamiento», «pelar algo de su capa exterior» o «machacar».
El término tiene varios usos de acuerdo al contexto.
La primera acepción que menciona el diccionario de la Real Academia Española (RAE) alude a la preparación y el tratamiento que se le da a la piel que se obtiene de un animal muerto para poder hacer uso de la misma.
Al curtir una piel, se la convierte en cuero, logrando que dicha piel ya no se pudra. Por lo general la piel primero es curada con sal y prensada. Luego se lava y se le quita el pelo. Entonces llega el momento del curtido, que puede desarrollarse mediante un método vegetal o un método mineral.
En el primer caso, se puede curtir la piel con tanino, una sustancia procedente del roble, el quebracho, el castaño y otros árboles. Si se prefiere el curtido mineral, se utiliza cromo. Una vez que la piel está curtida, se la puede encerar, lubricar y teñir.
Para poder conseguir curtir correctamente la piel, hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones importantes como son las siguientes:
-El secado de la piel, una vez que se ha lavado, será aproximadamente de una semana y es fundamental asegurarse de que se encuentra bien estirada pues mientras más esté estirada, más grande será al final.
-A la hora de retirar el pelo hay que tener en consideración que si ese es muy largo, lo primero será cortarlo para poder realizar esa función con mucha más facilidad.
-Es fundamental que quienes llevan a cabo el curtido de la piel utilicen en todo momento guantes así como gafas de protección porque pueden utilizar productos que pueden resultar no solo tóxicos sino también corrosivos.
-En cuanto a lo que es el proceso de ahumado de la piel, hay que tener en cuenta que hay determinados humos que pueden traer consigo un resultado concreto en cuanto al color de aquella. Así, el humo de mazorcas de maíz le otorga a la piel un tono amarillento mientras que el humo de pino blanco contribuye a hacer que aquella adquiera un tono negro.
También se llama curtir a lo que hacen el aire y el sol en la piel de una persona. Por ejemplo: «Te sugiero utilizar un protector solar ya que este trabajo al aire libre te va a curtir la piel», «Tengo la piel curtida de tanto caminar por la playa».
Curtir, por otra parte, es habituarse a una dificultad o un adversidad, fortaleciéndose: «Creo que esta experiencia va a curtir a Mariano», «Nunca pensé que me iba a curtir en este club, pero ya llevó diez años en la institución y estoy preparado para cualquier desafío».
En el lenguaje popular o vulgar de Argentina, por último, curtir puede referirse a mantener relaciones sexuales o a perjudicar a alguien: «Cuando terminó la película, fuimos a curtir», «Sospecho que mi socio me quiere curtir, así que voy a estar muy atento».