Para poder conocer el origen etimológico del término cutánea que ahora nos ocupa, tendremos que marcharnos hasta el latín. Y es que deriva de la palabra latina cutis, que se utilizaba para referirse al pellejo tanto de las personas como incluso de las frutas.
Cutáneo es un adjetivo que refiere a lo perteneciente o relativo al cutis. Este término (cutis), por su parte, refiere a la piel que cubre el cuerpo de una persona, especialmente aquella que se encuentra en el rostro.
Erupción cutánea
Hay que subrayar que médicamente se hace importante conocer la existencia de lo que se da en llamar erupción cutánea, también conocida como dermatitis. Básicamente viene a ser una inflamación de la piel, que se muestra con un color diferente o con una textura distinta, y puede ser fundamentalmente de dos tipos:
• Seborreica, que se muestra mediante enrojecimiento o escamación y que puede aparecer como consecuencia del estrés, de tener una piel grasa o de estar sometido a temperaturas extremas.
• De contacto. Esta erupción cutánea se produce porque la piel ha tocado determinados elementos como productos químicos, hiedra, látex o incluso jabones.
Asimismo hay que tener presente que existen diversas enfermedades que también generan la aparición de una erupción de ese tipo. Entre aquellas estarían la artritis reumatoide o el llamado lupus eritematoso.
Por ejemplo: “Mi hijo tiene una erupción cutánea”, “Los problemas cutáneos son frecuentes en esta parte del país debido a los agroquímicos de los cultivos”, “El criminal intentó atacarla con ácido, pero sólo le produjo una herida superficial en la zona cutánea”.
Un trastorno con diversas causas posibles
Los trastornos cutáneos pueden producirse por diversas causas internas o externas. La alimentación y la introducción de toxinas en el organismo (a través de hábitos como fumar) pueden generar problemas en la piel, al igual que la exposición excesiva a la luz solar.
Se conoce como enfermedad cutánea o dermatosis, por lo tanto, a la enfermedad de la piel. Al tratarse de un órgano fronterizo entre el interior y el exterior del organismo, la piel está sometida a diversas influencias que pueden dañarla. Las enfermedades cutáneas son tratadas por un médico dermatólogo.
Un síntoma habitual de una enfermedad cutánea son las eflorescencias en la piel, como manchas, nódulos, pústulas, costras u otras. Una infección bacteriana, un virus o el estrés pueden generar estas eflorescencias.
El cáncer de piel, una enfermedad cutánea
El cáncer de piel forma parte del grupo de las enfermedades cutáneas. Este cáncer es más frecuente en la gente de piel muy blanca y se produce por los rayos ultravioleta del sol, que generan una mutación en el ADN de las células.
El carcinoma basocelular, el carcinoma de células escamosas y el melanoma maligno son tipos de cáncer de piel.
Una forma de respiración
Además de todo ello tendríamos que decir que también existe lo que se conoce como respiración cutánea. Se trata de aquella respiración que llevan a cabo los anfibios y que, como su propio nombre indica, se caracteriza por el hecho de que se realiza a través de la piel.
En concreto, ejemplos de animales que la realicen de esta manera son las ranas, las lombrices de tierra, los sapos o las medusas, entre otros.