El derecho de la competencia brinda una protección al consumidor.
El derecho de la competencia es el área del ordenamiento jurídico centrada en la regulación de las acciones competitivas de quienes ofrecen servicios o productos en el mercado. Sus normas y leyes buscan generar reglas justas para los productores, compradores y usuarios, previniendo y castigando prácticas desleales que pueden distorsionar el funcionamiento mercantil.
Antes de continuar, resulta importante examinar los términos que forman el concepto. El derecho es el conjunto de las reglas y los principios que ordenan y rigen los vínculos sociales según un ideal de justicia. La idea de competencia, en tanto, alude en este caso a la situación que surge a partir de la rivalidad entre las compañías que ofrecen o demandan un mismo bien o prestación en el mercado. Se entiende por mercado, a su vez, a la institución social que surge a partir de los intercambios que, en libertad pero con las restricciones que imponen las leyes, llevan a cabo los agentes económicos.
TemasHistoria del derecho de la competencia
El derecho de la competencia nació en Estados Unidos. En la legislación de dicho país se promulgaron las primeras leyes antitrust: es decir, normas para impedir la formación de trust (agrupaciones de empresas que controlan un sector económico o una actividad e incurren en un abuso de posición dominante para imponer sus condiciones).
Estas regulaciones surgieron a fines del siglo XIX ante los reclamos de consumidores frente al accionar de estos conglomerados, formados incluso por organizaciones rivales que acordaban los precios sin que los compradores tuvieran otras opciones para elegir. Las pequeñas empresas, a su vez, también expresaban por entonces su malestar ya que los trust podían, cuando les resultaba conveniente, fijar precios predatorios inferiores a sus costos para eliminar a la competencia, pudiendo luego subirlos a su voluntad.
Una medida pionera antimonopolio fue la llamada Ley Sherman Antitrust, impulsada por el senador John Sherman en 1890. A través de la misma, el gobierno definía ciertos procedimientos como prácticas anticompetitivas, pretendiendo así evitar un aumento artificial de los precios.
En el continente europeo el desarrollo del derecho de la competencia fue posterior. Esto se vincula a que las compañías no alcanzaban el tamaño de las entidades norteamericanas, con lo cual no era frecuente la formación de carteles y la concentración de mercado era menor. Las legislaciones europeas empezaron a contemplar la problemática de la cartelización y los monopolios a partir de la segunda mitad del siglo XX, cuando se creó la Comunidad Económica Europea y se avanzó en la privatización y en la liberalización, lo que llevó a que realizar un control de fusiones se vuelva necesario.
La normativa antimonopolio forma parte del derecho de la competencia.
Tipos de situaciones competitivas
Es posible diferenciar entre distintos tipos de situaciones de competencia en un mercado. Estos diferentes panoramas se definen según las condiciones que propician o dificultan la lucha entre las empresas para prevalecer e imponerse, consiguiendo más clientes que sus rivales.
Cuando los actores económicos no están en condiciones de manipular los precios, se habla de una competencia perfecta. En ese caso, los precios se establecen a partir del libre juego de la oferta y la demanda. En un mercado de competencia perfecta, interactúan muchos vendedores y compradores y ninguno puede determinar el precio por sí solo.
La competencia imperfecta, en cambio, implica que hay actores que pueden definir el precio de acuerdo a sus intereses. La ley de la oferta y la demanda, por lo tanto, no se ejecuta con libertad.
Es importante destacar varias cuestiones sobre estas situaciones. Por un lado, la competencia perfecta solo existe en teoría: en un mercado real, siempre hay una clase de competencia imperfecta (con oligopolios surgidos por fusiones y adquisiciones, por ejemplo). Asimismo hay que saber que la competencia imperfecta no solo tiene efectos en el precio, sino que también se refleja en una menor eficiencia y provoca un impacto negativo en el bienestar de los compradores y usuarios.
Debido a que en todos los mercados hay, en mayor o menor medida, una distorsión por las posiciones de poder, el derecho de la competencia apunta a minimizar los abusos y la colusión (acuerdos entre dos o más para perjudicar a un tercero). Cuando una empresa tiene un poder excesivo, puede establecer precios e imponer barreras de entrada para que no ingresen competidores a su sector ya que no hay una verdadera libre competencia.
El derecho de la competencia busca evitar la concentración económica.
Importancia del derecho de la competencia
El derecho de la competencia es clave para que ningún actor económico pueda manipular los precios de manera directa. Por eso la regulación de mercados que llevan adelante las autoridades de competencia apunta a impedir que un actor acumule un poder excesivo.
Con cada regulación económica que se establece en defensa de la competencia por parte de las entidades reguladoras en base a las leyes, se apunta a proteger a los consumidores y a las empresas menos poderosas. La intención es maximizar el bienestar colectivo y cuidar el interés público, aunque los mecanismos para lograr esto suelen ser motivo de debate.
No se puede dejar de mencionar que hay expertos que cuestionan los beneficios de las normas de competencia y sus prácticas restrictivas. Así sostienen que si se protege a las empresas pequeñas, por ejemplo, se castiga a las compañías más eficientes. A su vez resaltan que cuando el Estado impone precios máximos, el regulador no está en condiciones de definir cuál es el precio que favorece la competencia debido a que es imposible conocer todas las variables (como los costos de los productores o los niveles de demanda).
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