El verbo derretir podría proceder del latín reterĕre, que alude al roce que desgasta algo. La noción refiere a la disolución de un elemento sólido a través de la aplicación de calor, que lo convierte en líquido.
Por ejemplo: “Si no te apuras, se te va a derretir el helado”, “El calentamiento global podría hacer derretir los glaciares”, “Para preparar la salsa, hay que derretir el chocolate en leche y luego añadirle nueces y almendras trituradas”.
El acto de derretir se vincula a la fusión o la fundición ya que la materia registra un cambio de estado: deja el estado sólido y pasa al estado líquido por efecto del calor. El calentamiento del sólido hace que el calor se transfiera a los átomos, que al ganar energía comienzan a vibrar con mayor rapidez.
Un sólido se vuelve líquido cuando llega a su punto de fusión. En el caso del agua, por citar un caso, el punto de fusión es 0 °C. Ese también es el punto de solidificación (el líquido se vuelve sólido). Un cubo de hielo se encuentra en el congelador a una temperatura inferior a los 0 °C: por eso es sólido. Si extraemos el hielo del congelador, irá experimentando un aumento de temperatura. Así, cuando llegue a los 0° C, se empezará a derretir. Esto quiere decir que el hielo irá volviéndose líquido.
Esto explica por qué, cuando nos sirven un helado y el producto pasa a estar a temperatura ambiente, comienza a derretirse al poco tiempo.
El concepto de derretir suele ser utilizado para describir situaciones que percibimos de forma negativa. Para continuar con el ejemplo del helado, cuando no lo comemos a tiempo y comienza a derretirse, es normal que nos manchemos la ropa con las gotas que caen o se deslizan por nuestras manos, y esto puede resultar muy molesto, especialmente si una experiencia que debería ser placentera nos arruina una prenda nueva.
Por otro lado, si por error dejamos algún producto demasiado sensible al calor cerca de una estufa o un horno y se derrite parte de su estructura, esto puede resultar en un accidente o en la pérdida de un objeto valioso para nosotros. Derretirse, después de todo, es una manera de decir «descomponerse, romperse, pasar a un estado de inutilidad o inferior al original».
Otro ámbito en el cual el verbo derretir se considera negativo es el cuidado del medio ambiente, donde se habla del derretimiento de los casquetes polares. Año a año, la nieve que se acumula en los fondos de valles y laderas forma capas de hielo que, tarde o temprano, pesan demasiado y entonces empiezan a desplazarse. En ese momento se convierten en un glaciar, y cuando éste cubre terrenos de altas latitudes se habla de casquete polar.
Los casquetes polares y los glaciares aportan la mayor cantidad de agua al planeta y cada año el hielo polar se derrite más rápidamente. Algunos expertos estiman que para el siglo XXII el hielo podría desaparecer del Ártico.
Claro que si entendemos el término de forma figurada, todo cambia. Cuando decimos que una persona se derrite ante la presencia de otra nos referimos a que siente una gran admiración por ella, o bien a que se encuentra en un estado de enamoramiento que le impide mantener la compostura cuando la tiene cerca.
Es normal que al sentirnos atraídos por alguien sonriamos demasiado cuando nos habla, o que nos cueste hablarle con fluidez, y todo esto lo adjudicamos a una sensación de «cosquilleo» interno, generalmente en el estómago, que nos debilita pero a la vez nos hace bien. Esto nos lleva a sentirnos más pequeños, como si nos encogiéramos cuando estamos frente al otro, como si nuestro cuerpo se derritiese ante el calor que nos provoca su presencia.