El vocablo latino diáphragma llegó al latín como diaphragma, que a su vez, en nuestra lengua, derivó en diafragma. El concepto tiene diversas acepciones de acuerdo al contexto.
Se denomina diafragma a una membrana compuesta por fibras musculares que se encarga de separar la cavidad abdominal de la cavidad torácica. Este tejido está presente en el cuerpo de todos los mamíferos.
El diafragma interviene en la respiración, tanto en la inhalación como en la exhalación. Al inhalar, se produce la contracción del diafragma, que ayuda a incrementar el espacio que se encuentra disponible en la cavidad torácica y permite el ingreso del aire a los pulmones. Al exhalar, en cambio, se genera la relajación del diafragma y el aire es expulsado.
Los maestros de canto lírico enseñan a sus estudiantes a «controlar» el movimiento del diafragma para aprovechar el aire al máximo. Los cantantes líricos, que abordan repertorios como la música de cámara o la ópera, deben enfrentar desafíos considerables a nivel vocal y respiratorio, muy superiores a los que suele haber en una canción popular. Por ejemplo, son comunes las líneas de gran extensión en las cuales «no se debe» interrumpir para inspirar, y para ello es necesario optimizar el proceso de la respiración.
El objetivo de este supuesto control sobre el diafragma, ya que en realidad no podemos decidir exactamente su comportamiento sino retrasar su relajación, es evitar que el aire se escape de los pulmones cuando el cuerpo lo pide de forma natural, para aprovecharlo al máximo.
La técnica que aplican los cantantes líricos es muy difícil de aprender, principalmente porque no pueden ver lo que ocurre en el interior del cuerpo a cada momento. A grandes rasgos, consiste en respirar con la parte baja de los pulmones y hacer ciertos movimientos abdominales para «sostener» el diafragma en su posición extendida e impedir que se relaje naturalmente.
Otras actividades fisiológicas, como la excreción de la orina y las heces o la acción de vomitar, también son desarrolladas con la participación del diafragma.
En el terreno de la óptica y de la fotografía, un diafragma es un elemento que brinda al objetivo la posibilidad de administrar la cantidad de luz que ingresa a una cámara. La abertura del diafragma, por lo tanto, puede ajustarse para que el medio fotosensible reciba más o menos luz.
Otro uso de la noción de diafragma se emplea en la anticoncepción. Se trata de un método creado a finales del siglo XIX, que consiste en un disco flexible que se ubica en el cuello uterino para impedir el ingreso de los espermatozoides.
A los diafragmas se les añade un espermicida para incrementar su eficacia. Es importante tener en cuenta que este dispositivo no brinda protección contra las enfermedades de transmisión sexual. Además incrementa el riesgo de padecer una infección urinaria.
El primer paso para aprovechar el diafragma es utilizarlo en cada relación sexual: basta saltarse una vez para echar a la basura todo el esfuerzo. Esto resulta esencial desde un punto de vista estadístico, ya que las probabilidades de embarazo sin ningún tipo de protección son mucho mayores. Pero también es necesario tomar otros recaudos, como colocarlo antes de que comience la excitación y asegurarse de que el hombre eyacule fuera de la vagina.
Se dice que al usarlo correctamente su efectividad puede alcanzar el 94%, mientras que los errores más comunes en su aplicación reducen este valor al 88%. En otras palabras, podríamos afirmar que doce de cada cien mujeres que usan este método anticonceptivo no lo aprovechan (ya sea por no seguir las instrucciones con total atención o por no usarlo en cada coito) y, por lo tanto, pueden quedar embarazadas.