La disensión se produce cuando dos o más personas no comparten el mismo punto de vista, opinión u objetivo. El término alude a esa oposición que surge cuando no hay coincidencia en el parecer.
Diferentes posturas
En general la disensión se considera como algo positivo o saludable. La falta de uniformidad en el pensamiento demuestra la existencia de posturas independientes y autónomas y el derecho a pensar distinto.
Sin embargo, en algunos ámbitos la disensión resulta perjudicial y hasta dañina. En los cargos más altos de un gobierno, por mencionar un caso, no debería haber disensión ya que las políticas establecidas para gestionar los asuntos públicos podrían resultar contradictorias entre sí.
Por otra parte hay que considerar que las autoridades, en ocasiones, censuran la disensión para evitar rebeliones o para no perder poder. Esto es frecuente en los regímenes autoritarios o no democráticos.
Ejemplos en política
Tomemos el caso del presidente de una nación que decide impedir el desarrollo de manifestaciones opositoras. El mandatario apela a las fuerzas de seguridad para que la gente no pueda reunirse y marchar por las calles, imposibilitando de este modo la expresión de la disensión.
En el seno de un partido político, en tanto, la disensión está dada por las posiciones divergentes de sus miembros sobre determinados asuntos. Supongamos que algunos dirigentes están a favor de la legalización del aborto, mientras que otros la rechazan. Como se puede apreciar, hay una disensión en el interior del partido en cuestión debido a que no hay acuerdo entre sus integrantes respecto a la posibilidad legal de interrumpir el embarazo.
Etimología y sinónimos
Como muchos otros términos de nuestra lengua, disensión tiene su origen en el latín, más precisamente en el sustantivo dissensio, el cual se puede definir como «la acción y el efecto de un desacuerdo entre dos o más individuos cuyos sentimientos respecto a un tema dado son diferentes». Al observar detenidamente esta palabra latina, podemos advertir la presencia de los siguientes res componentes léxicos: el prefijo dis- (el cual denota «divergencia»), el sustantivo sensus (que significa «sentido») y el sufijo -ción (que indica «acción y efecto»).
Dicho esto, podemos echar un vistazo a algunos de sus sinónimos, los cuales pueden usarse para darle más riqueza a nuestro discurso si necesitamos usar el mismo concepto en más de una ocasión. Entre los más comunes podemos destacar los siguientes: divergencia, disenso, desacuerdo, desavenencia, discordia, disentimiento y disconformidad. Recordemos que no todos ellos pueden sustituir el sustantivo disensión en cualquier contexto, sino que el reemplazo debe hacerse con atención a los matices de cada caso en particular.
Si buscamos el término en el diccionario de la Real Academia Española, veremos que su segunda acepción lo define como una «contienda». Para esta acepción, por lo tanto, podemos proponer una segunda lista de sinónimos, que es la siguiente: altercado, riña y disputa. En este caso podemos entender que la oposición va más allá de una diferencia de ideas y se convierte en una discusión con un cierto grado de violencia, el cual varía en cada situación. Podríamos hablar de diferentes grados de disensión, siendo éste el más alto, ya que puede acarrear consecuencias negativas para sus participantes, aunque más no sea en su relación interpersonal.
Por último no podemos dejar de mencionar los posibles antónimos de la palabra disensión, cuyos significados también pueden aportarnos herramientas para alcanzar un mayor entendimiento. Los dos más usados son concordia y acuerdo. El primero se define como «unión, conformidad», y también se incluye en la locución adverbial de concordia, que significa «de común acuerdo». El segundo, por su parte, indica «un convenio» al que llegan dos individuos o más.