La educación no formal transcurre por fuera del sistema educativo obligatorio, formal y estandarizado, sucediendo en espacios alternativos a las escuelas y con propuestas orientadas a disciplinas específicas.
La educación no formal es una categoría que engloba a enseñanzas y aprendizajes que se dan por fuera del sistema académico formal. No es, por lo tanto, una formación propia del ámbito escolar sino que complementa a los saberes que se imparten y adquieren en el circuito educativo institucionalizado y obligatorio.
Cabe señalar que los entornos de educación no formal son claves para dejar al descubierto intereses, talentos y pasiones que trascienden a las materias obligatorias propias de un colegio. Aprender manualidades, bailar, cantar, hacer deporte o jugar al ajedrez son parte del interminable listado de opciones que llevan el sello de educación no formal.
Gracias al avance de la tecnología y al uso masivo de Internet, además, en la actualidad la educación no formal va ganando terreno porque no se limita al formato presencial. Desde la comodidad de su hogar, hoy en día la mayoría de la gente puede instruirse por medio de tutoriales en línea, valerse de plataformas de aprendizaje electrónico, leer blogs educativos, etc.
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ResumenCaracterísticas de la educación no formal
La educación no formal, según se desprende de la realidad, se caracteriza en primer lugar por proponer espacios de aprendizaje paralelos al sistema educativo convencional, obligatorio, reglado y formal.
A diferencia de la educación formal (que está legalmente estructurada y organizada en niveles para garantizar que desde edad temprana se acceda inexcusablemente a la enseñanza respetando un plan de estudios en clases impartidas en jardines de infantes, escuelas y universidades tanto de la esfera pública como privada), la educación no formal carece de regulación o respaldo a través de disposiciones estatales o leyes.
Quienes apuestan, de manera intencional y voluntaria, por este tipo de formación, por lo tanto, no reciben al culminar sus clases títulos oficiales. Por lo general no se exigen conocimientos previos ni experiencia sobre la materia, aunque puede haber excepciones.
Los cursos o programas catalogados en el segmento de la educación no formal suelen concebirse como oportunidades de superación y de formación que puedan, más allá de satisfacer intereses personales, dar herramientas para descubrir o cultivar determinadas habilidades o capacitar a alguien en vistas a darle una salida laboral.
Niños, jóvenes y adultos pueden capacitarse informalmente a través de cursos y talleres de pintura, cocina, escritura creativa, etc.
Ventajas y desventajas
Al hacer una comparación entre los rasgos distintivos de la educación no formal y las particularidades de la educación formal se pueden reconocer fácilmente ventajas y desventajas en ambos sistemas.
Se estima de la modalidad no formal, por ejemplo, su flexibilidad y adaptación en cuanto a edades admitidas en las clases, el ritmo de aprendizaje de cada uno y los rangos horarios disponibles. Que no sea un aprendizaje obligatorio y que cada cursada sea específica de una temática o disciplina también seduce a aquellos que eligen incorporar conocimientos por vías no formales. Por lo tanto, entre sus puntos a favor aparecen su esencia opcional, su diseño a medida de intereses bien concretos, la libertad que brinda y su cualidad de accesible (propiciando la inclusión social).
Conviene, de todas formas, buscar sitios y personas que inspiren confianza en relación a los contenidos ofrecidos a fin de minimizar el riesgo de ser víctimas de fraudes o de recibir asesoramientos confusos o incorrectos. No ofrecer certificaciones oficiales a los alumnos y no dejar la tarea de enseñar en manos exclusivamente de profesionales (todos aquellos que cuentan con experiencia o nociones sobre una disciplina pueden dar clases en el circuito no formal) son parte de las debilidades de este sistema. Además se requiere a nivel individual constancia, compromiso y responsabilidad al elegir un taller o curso e inscribirse a él porque, al no ser de asistencia obligatoria, más de una persona le resta importancia y valor al esfuerzo o al tiempo de los demás para enseñar o aprender.
La educación no formal, a través de contenidos virtuales y cursos a distancia, facilita la educación en casa.
Ejemplos de educación no formal
Como ejemplos de educación no formal se pueden mencionar a los procesos de aprendizaje autodidacta, a los talleres de capacitación en numerosas disciplinas (muchos de ellos, gratuitos) y a los cursos en línea de perfil extraescolar.
Resulta interesante resaltar que la educación no formal suele inspirar, además, múltiples seminarios y desplegarse, incluso, en charlas informativas.
No hay que perder de vista que la educación no formal está al alcance de todos los sectores de la población, sin límites ni condicionamientos respecto a edad, nacionalidad, situación económica, raza ni género. Tampoco hay que acreditar tener algún estudio formal ni experiencia previa para acceder a ella.
Los mayores de edad, por describir una posibilidad concreta, pueden capacitarse de modo no formal para aprender un cierto oficio, así como los niños y adolescentes pueden aprovechar su tiempo instruyéndose en música, dibujo, canto, pintura, artes circenses, actuación, etc con sólo asistir a talleres grupales dictados en un centro cultural. Las clases de cocina, los cursos de fotografía y el aprendizaje de jardinería, por indicar más opciones como referencia, también se enmarcan dentro del diverso y extenso conjunto de la educación no formal.
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