La educación pública es el sistema educativo que gestiona un Estado nacional para propiciar la formación de todos sus ciudadanos. Si bien sus características dependen cada país, por lo general se basa en una red de escuelas públicas que brindan educación gratuita.
Los contenidos de la educación pública son establecidos a través de la política educativa que fija el Ministerio de Educación. Ese proyecto pedagógico se plasma en el currículo nacional.
Características de la educación pública
La educación pública abarca la planificación, el diseño, la ejecución y la supervisión de planes de estudio por parte de la administración estatal. Lo habitual es que contemple la educación preescolar, la educación primaria y la educación secundaria, garantizando el acceso gratuito a esta formación para posibilitar el cumplimiento de las normativas de obligatoriedad.
De esta forma, el Estado determina que es obligatorio que los niños y los adolescentes completen un cierto grado educativo (por lo general, la educación secundaria) y pone a disposición de la comunidad escuelas donde los alumnos cursan sin tener que pagar. Así, las familias que carecen de recursos económicos pueden cumplir con la ley que obliga a enviar a los menores a la escuela y estos chicos no ven vulnerado su derecho a la educación, lográndose una equidad educativa.
Cabe destacar, no obstante, que también existe la educación superior pública, incluyendo universidad pública. En este nivel, en algunos casos se contempla el cobro de una inscripción o arancel, aunque generalmente son montos más bajos que los cobrados por las instituciones privadas. También puede tratarse de entidades con ayuda pública.
En este punto es importante indicar que la educación pública se financia a través de los impuestos. Por eso, toda la comunidad (incluyendo a las propias familias de los estudiantes) ayuda a solventar el funcionamiento del sistema.
Diferencias con la enseñanza privada
Mientras que la educación pública es de gestión estatal, la educación privada es administrada por particulares, empresas u organizaciones. Las escuelas y las universidades privadas cobran por sus prestaciones, aunque pueden ofrecer becas y en muchos casos presentan una cuota subvencionada por el Estado.
Generalmente la educación pública convive con la educación privada. Es decisión de las familias, de acuerdo a sus posibilidades y sus intereses, elegir en qué sistema formar a sus hijos.
Mientras que los colegios públicos suelen ser laicos, existen muchos colegios privados que son religiosos. Esos establecimientos incluyen en su propuesta pedagógica la difusión de un credo y les enseñan a los alumnos los preceptos y las prácticas de su fe.
El hecho de cobrar por sus servicios muchas veces permite a las escuelas privadas brindar mayores comodidades a los estudiantes o incluso una mejor calidad de enseñanza. Las instituciones privadas, en este marco, pueden aprovechar las TICs en educación, desarrollar una infraestructura escolar con condiciones propicias y hasta ofrecer educación bilingüe o trilingüe, cuestiones que son difíciles de alcanzar en la educación pública.
Importancia de la educación pública
La educación pública cumple con un doble objetivo. Por un lado, garantiza que todos los habitantes tengan acceso a la educación; por otra parte, permite alcanzar un nivel general de instrucción deseable que beneficia a la nación en términos sociales y económicos.
Debe considerarse que la educación forma parte de los derechos humanos. El Estado tiene la obligación de asegurar que sus habitantes se formen y para eso es clave la educación pública. Los docentes certificados y la evaluación estandarizada, por otra parte, ayudan a que la oferta educativa pública cumpla con ciertos estándares, independientemente de cuál sea la escuela.
La igualdad de acceso, sin embargo, es difícil de conseguir. Por más que existan escuelas públicas que ofrezcan educación gratuita, un niño que no tiene asegurado sus alimentos diarios o que vive a 10 kilómetros del establecimiento educativo más cercano es poco probable que pueda completar su formación académica.
Hay que subrayar que contar con una sociedad formada, a su vez, es positivo para el país en muchos aspectos: aumenta la productividad de la economía, reduce el gasto en salud, etc. Si pensamos en un país X con el 45% de la población analfabeta y en un país Z con un porcentaje de analfabetismo de 1%, resulta evidente que el segundo cuenta con más ciudadanos que disponen de conocimientos sobre los cuidados sanitarios elementales y que son trabajadores calificados, por ejemplo.
La educación pública también es relevante epara la cohesión social. Un plan de estudio oficial enseña sobre lengua, historia y educación cívica, entre muchas otras materias: los inmigrantes, de este modo, pueden integrarse a la comunidad y asimilar su cultura al cumplir con la educación obligatoria.
La financiación escolar
El sistema de educación pública suele enfrentarse al desafío de su financiamiento. Su presupuesto muchas veces depende de la ideología y de las políticas del gobierno de turno, con lo cual pueden existir recortes que atentan contra su normal funcionamiento y deterioran las condiciones de trabajo de los docentes.
El paro de maestros es una medida de fuerza recurrente cuando los educadores no están conformes con su salario. Eso repercute en los alumnos, que se quedan sin clases. Dicho problema no es usual en las escuelas privadas, generando así una marcada desigualdad.
La cuestión prepuestaria también incide en la seguridad escolar. Cuando el Consejo Escolar o el organismo pertinente no recibe fondos para el desarrollo de obras, la infraestructura puede sufrir diversos tipos de daños por la falta de mantenimiento.
Esta realidad hace que en numerosas ocasiones se desarrollen protestas impulsadas por los sindicatos de enseñanza con la participación de los padres y el apoyo de los movimientos estudiantiles. Que la educación pública tenga el dinero disponible para funcionar como corresponde es el anhelo de todos los sectores involucrados en su día a día.