Educación superior es el nombre que se le da a la última fase de la trayectoria académica que contempla el sistema educativo de cada nación. Es la clase de enseñanza disponible para aquellos que han completado la escuela secundaria. Cabe resaltar que de manera excepcional, en determinadas circunstancias se admite el acceso a la educación superior por parte de individuo mayores de 25 años de edad que, pese a no tener completo el secundario, acreditan idoneidad, saberes o una experiencia laboral suficiente como para tener un buen desempeño durante la cursada.
La también denominada educación profesional o terciaria se imparte en institutos especializados en capacitación profesional, colegios universitarios, universidades y academias de educación superior, por señalar las posibilidades más comunes.
A diferencia del nivel inicial, primario y secundario, en determinados países (como el caso de Argentina, por citar un ejemplo), la ya mencionada educación superior no es obligatoria. En suelo argentino, donde hace décadas se ha sancionado la Ley 24521 centrada en la educación superior, se le debe proporcionar a la población iguales condiciones y oportunidades para poder acceder y completar esta etapa estudiantil. El Estado tiene la obligación de distribuir becas de modo equitativo, incentivar a los alumnos más vulnerables a través de diferentes recursos e implementar políticas de inclusión educativa a fin de estimular la cursada en el segmento de la educación superior.
Propósitos de la educación superior
La educación superior se plantea, entre otros objetivos, proporcionar una formación profesional, una educación técnica y una instrucción tanto humanística como científica de la mejor calidad educativa posible.
También apunta a ofrecer una amplia variedad de opciones para satisfacer desde el plano académico las necesidades del sector productivo, de la comunidad y del sistema cultural en materia de estudios superiores. Para ello se ha diseñado, y está vigente en facultades y universidades, una especialización en docencia en vistas a este nivel educativo que se posiciona, asimismo, como un ámbito donde se brindan herramientas que estimulan y potencia la capacidad de expresión y las habilidades de cada estudiante. Se persigue la idea, incluso, de contribuir desde las clases de educación superior a la preservación de la cultura nacional.
La generación y ampliación de conocimientos o saberes en todas sus dimensiones, así como darle impulso a la investigación y la innovación son otros propósitos de la educación superior.
No se puede pasar por alto que, en definitiva, la educación técnico-profesional de estadio superior garantiza una continuidad formativa y resulta ideal para concentrarse en un área ocupacional concreta por medio de la cual se pueda desarrollar un oficio, tarea o actividad laboral.
Estructura y tipos de instituciones
La educación superior se hace posible gracias al funcionamiento de instituciones tanto universitarias como no universitarias. La estructura sobre la cual se establece este nivel se caracteriza por su flexibilidad y su inclinación hacia la implementación de modalidades y recursos para la evolución didáctica y la comodidad de los estudiantes respecto al plan de estudios y a las alternativas de cursada (en relación a este último punto es necesario remarcar que hay clases presenciales, otras que son virtuales y formatos mixtos).
Es deseable haber completado las instancias educativas previas para iniciar estudios superiores. Hay convenios entre diversas entidades para reconocerle a los alumnos las carreras aprobadas o las materias cursadas con anterioridad al inicio del perfeccionamiento o capacitación de nivel superior.
Es importante saber, además, que las certificaciones y los títulos vinculados a la capacitación y el progreso formativo docente que expiden instituciones oficiales (sean estatales o privadas) de educación superior cuentan con una validez de alcance nacional.
Es interesante remarcar, asimismo, que una institución universitaria puede contar con un consejo social, el cual asume funciones colaborativas respecto al vínculo entre la entidad educativa y la comunidad.
Organización de la educación superior
La organización contemporánea tanto académica como institucional de las entidades de educación superior suele combinar la presencialidad con las clases a distancia bajo el formato virtual (educación online).
Quienes desean estar al frente de las clases universitarias deben validar su formación presentando, entre otra documentación, un título universitario equivalente al nivel (o superior a éste) de la carrera en la cual buscan trabajar. Excepcionalmente puede admitirse personal que no haya tramitado o alcanzado el título pero posea méritos destacados, mientras que alumnos en formación tienen la posibilidad de sumar experiencia desde el rol de ayudantes de cátedra.
Para los posgrados, en tanto, es vitar contar con un título universitario de nivel superior no universitario (de una carrera de, al menos, cuatro años de duración) o de grado académico y adecuarse a los criterios impuestos por las autoridades o el comité académico correspondiente.