Eficiencia energética es la denominación que recibe el acto, la decisión o la estrategia que se lleva a la práctica para conseguir, cualquiera sea la actividad o el rubro, un resultado óptimo haciendo uso de la menor cantidad de energía posible.
Lograr una utilización responsable de los recursos, sin que ello signifique resignar confort, es esencial para evitar derroches. Es una medida ideal si se busca reducir en el hogar (o en una empresa, por citar otro lugar a modo de referencia) el costo de la factura de electricidad, por ejemplo. Cuanto menos energía sea requerida en el mundo, aseguran los expertos en el tema, más minúsculas van a ir tornándose, a escala global, las emisiones de gases asociados con el efecto invernadero. No dejar las canillas abiertas innecesariamente (durante todo el proceso de cepillado de dientes, por aludir a una costumbre fácil de reconocer en la práctica) y apagar las luces de los ambientes donde uno no se encuentre o en caso de haber luz natural son acciones rápidas, fáciles y sumamente útiles.
Beneficios de la eficiencia energética
Son muchos los beneficios que surgen al lograr la eficiencia energética tanto a nivel individual como colectivo.
En primer término, los usuarios que se acostumbran al ahorro de energía terminan pagando menos por su servicio o consumo. Al gastar menos en ese aspecto, las compañías se tornan más competitivas y, en cuanto al sector residencial, las finanzas de muchas familias se alivian cuando no hay tanto gasto relacionado a la electricidad.
Simultáneamente, este esfuerzo por no malgastar la energía se traduce en un nivel cada vez menor de contaminación en materia aérea. Además, si se mantiene la tendencia de un uso racional de las fuentes de energía es posible mejorar en algún punto la realidad del planeta en cuanto a las consecuencias del cambio climático. Este panorama, entonces, es positivo para la salud de los seres vivos y para el estado del medio ambiente en su conjunto ya que al bajar la demanda no se intensifica la explotación de recursos naturales que no son renovables.
Tácticas para el ahorro de energía
Existen múltiples tácticas para el ahorro de energía, aunque a veces algunas opciones no están al alcance de todos los ciudadanos.
Pese a terminar siendo más rentables y ecológicos a largo plazo, hay artículos para el hogar y sistemas de refrigeración o calefacción cuyos precios de venta son más elevados en comparación a otros productos de su estilo. El monto de la inversión inicial hace que mucha gente no acceda a ellos o no los prefiera, pero no hay que perder de vista que los electrodomésticos de bajo consumo sí hacen una gran diferencia.
Tratar de aprovechar al máximo la luz natural e implementar medidas que garanticen el aislamiento térmico de la vivienda son otras prácticas aconsejadas. Con ventanas y puertas bien selladas a fin de impedir la penetración de aire, así como con pisos, techos y paredes aislados térmicamente de modo correcto se llega a minimizar en un gran porcentaje la necesidad de depender exclusivamente de aires acondicionados o calefactores. Las bombillas de bajo consumo y un circuito de iluminación LED son otros aliados de la eficiencia energética.
Tampoco hay que pasar por alto las ventajas de cada fuente de energía renovable. En este marco es oportuno aludir a los paneles diseñados para captar la energía solar que luego se transforma en electricidad. Existen kits, por otra parte, que satisfacen las necesidades de quienes pueden y quieren hacer un uso residencial de la energía eólica.
Edificar con eficiencia energética
Concebir una arquitectura sostenible es vital para generar proyectos de construcción y edificar con eficiencia energética.
En el mundo moderno, en pos de la sostenibilidad, se necesitan cada vez más diseño de edificios eficientes a base de energías renovables y que se conciban con la idea de la reutilización de materiales y la optimización de recursos. Está de moda, en este contexto, la construcción verde, es decir, un estilo de edificación ajustado a las normas de eficiencia energética que ya está preparado desde su concepción para minimizar los consumos de agua, energía eléctrica y gas. En determinados territorios, si la obra se adapta al estándar de ecoeficiencia y resulta sostenible, se gestiona la certificación LEED para respaldarla.
A fin de abastecer de electricidad y calor a los ambientes se puede apostar por la energía solar fotovoltaica y al biogás, por indicar dos alternativas. Abrazar el equilibrio en cuestiones de climatización es otro de los desafíos que puede superarse, concretamente, con un sistema centrado en la ventilación mecánica de doble flujo.
El desarrollo de aquello que se conoce como edificios de energía cero toma bajo consideración la adaptación a las fuentes de energía renovable, la importancia del aislamiento térmico y la conservación de la energía.
Ahorrar energía en traslados
El ahorro de energía a la hora de trasladarse es posible, necesario y, en general, sencillo de lograr. Incluso, en la esfera laboral el teletrabajo se ha impuesto como una modalidad interesante para reducir los desplazamientos constantes de empleados y, desde la mirada corporativa, es conveniente porque ayuda a reducir costos en las oficinas.
De tener que salir de la vivienda propia, las caminatas constituyen la opción más económica y aconsejable para distancias cortas. El uso de bicicletas también es recomendable porque permite hacer ejercicio físico y es un recurso económico y no contaminante que posibilita los desplazamientos por áreas urbanas y rurales.
Desde hace un tiempo, los vehículos eléctricos se están posicionando como medios de movilidad más convenientes en comparación a los vehículos convencionales ya que son menos ruidosos y contaminantes. Dadas las características de sus estructuras y funcionamientos, los coches híbridos demuestran tener una notoria eficiencia energética.
En las grandes ciudades, de igual modo, utilizar el transporte público y/o hacer viajes compartidos entre varias personas son medidas eficaces para ahorrar costos, no contribuir al colapso del tránsito y no sumar fuentes de contaminación ambiental a través de un vehículo particular.