La Real Academia Española (RAE), en su diccionario, reconoce varios usos del término escalar. Estos significados pueden dividirse en dos grandes grupos: por un lado encontramos aquellos vinculados a escalar como verbo, mientras que por otra parte están las acepciones de escalar como adjetivo y como sustantivo.
En el primer caso, escalar suele referirse a trepar o subir. De este modo, quien escala pasa a un nivel superior, alcanza un sitio elevado o llega a mayor altura.
Escalar como actividad deportiva o recreativa
Muchas veces la idea de escalar se utiliza con referencia a la práctica consistente en ascender apelando a la destreza física para arribar a la cima de una montaña o al sector más alto de una pared. En este proceso, la persona hace uso de sus pies, piernas, brazos y manos para sostenerse e ir subiendo.
La escalada implica un desplazamiento vertical. Por lo general, para dirigirse a la cumbre de una montaña de gran altura, no resulta suficiente caminar o saltar: en distintos tramos se vuelve indispensable escalar, trepando paredes rocosas o de hielo.
Dado que escalar es una actividad de riesgo, resulta indispensable usar casco y diversos mecanismos y dispositivos de seguridad, como cuerdas, arneses y clavijas. Estos equipos apuntan a reducir la posibilidad de caída y a, eventualmente, mitigar los daños que puede sufrir el escalador.
Un ascenso simbólico
Cabe resaltar que la acción de escalar también puede emplearse para mencionar un movimiento simbólico: alguien escala cuando sube posiciones, accediendo a lugares privilegiados o a los que no llegan la mayoría de los seres humanos.
Tomemos el caso de un tenista profesional que empieza el año en el puesto 425 del ranking de la ATP. Seis meses después, gracias a varios triunfos resonantes y a haberse consagrado campeón en tres torneos, el jugador se ubica en el puesto 34. Ante este panorama, puede decirse que el atleta consiguió escalar en el ranking.
En ocasiones, la noción de escalar tiene una connotación negativa. Eso ocurre si el sujeto que sube o asciende lo hace apelando a artimañas o a una conducta poco ética. Si un empleado se convierte en gerente traicionando a sus compañeros, por mencionar una posibilidad, alguien podría acusarlo de haber escalado a costa del perjuicio de otros trabajadores.
Una magnitud escalar
En el terreno de la física, se indica que una magnitud es escalar cuando no tiene dirección. Por lo tanto, su expresión se realiza con un único módulo y presenta idéntico valor para cualquier observador.
Un solo número o coordenada, de esta manera, es necesario para la representación de la magnitud escalar, más allá del sistema de referencia. La masa y la temperatura son ejemplos de magnitudes escalares (o de escalares, ya que el adjetivo también puede usarse como sustantivo).
La noción en la matemática y en la informática
En el campo de las matemáticas, se llama escalar al número complejo o real que posibilita la descripción de un fenómeno que tiene magnitud aunque carece de dirección. A nivel formal, un escalar es un tensor (un tipo de entidad algebraica) cuyo rango es 0.
Para la informática, por último, un escalar es una variable o una constante que presenta un dato unidimensional y atómico. Esta particularidad los distingue de los objetos, las listas y los vectores, cuyas estructuras están en condiciones de albergar más de un valor.