
Una revolución puede cambiar la estructura social.
La estructura social es la forma adoptada por el sistema que se crea a partir de las relaciones que mantienen los integrantes de una sociedad. Puede decirse, por lo tanto, que dichas relaciones sistemáticas propician el desarrollo de una cierta estructura social, un concepto que se utiliza en el terreno de la sociología.
Es importante indicar que una estructura es una formación, ya sea física o simbólica, que surge a partir del modo en que se relacionan los elementos que la componen. Social, por su parte, es aquello vinculado a la sociedad (un conjunto de individuos que comparten una cultura y conviven de acuerdo a normas en común).


Organización de la población
Una estructura social se refleja en una población organizada de una manera específica. La estructura supone una especie de red que se construye mediante las relaciones sociales y donde entran en juego el lenguaje, la cultura, los valores y otros factores que constituyen la identidad del grupo y de sus integrantes.
Es importante tener en cuenta que la noción de estructura social alude a relaciones sistemáticas: los miembros de la sociedad están vinculados independientemente del contacto directo que mantengan. La estructura social se encarga de describir la forma que el sistema global de estos vínculos adopta en una comunidad.
Siguiendo con este razonamiento, la estructura determina las características de las actividades sociales, siendo a su vez un producto de las mismas. Una estructura social supone que existan elementos constitutivos que formen una unidad y que permanezcan en el tiempo, garantizando una estabilidad. En una sociedad, en definitiva, hay un orden de sus elementos que se mantiene pese al paso del tiempo.

Las políticas públicas y los medios de comunicación influyen en la estructura social.
Tipos de estructura social
Dicho todo esto, el estudio de la estructura social puede advertir diferentes matices o tendencias en cada comunidad, que la caracterizan y permiten entender de qué forma se organiza, cuáles son sus principales necesidades y también su potencial. A grandes rasgos podemos diferenciar cuatro tipos de estructura social, según el aspecto que la domine:
- La economía: en una sociedad para la cual la economía es el aspecto fundamental, las personas que se dedican a los negocios, tanto en el ámbito de la manufactura como en el de la distribución, gozan de una posición de gran importancia en la escala social. El comportamiento de los individuos de una comunidad de este tipo se ven influenciados de manera considerable ante los valores materiales y comerciales.
- * la familia: aquí nos encontramos con una forma de entender la estructura social muy diferente, que se centra en los vínculos sanguíneos y el respeto por las generaciones precedentes. En una sociedad de estas características, el estatus no se mide por el dinero ni por la influencia en la industria, sino por cuestiones relacionadas con la moral y la ascendencia;
- La religión: si bien esta clase de estructura social ya no es tan relevante como en el pasado, sigue existiendo en varios países. Se trata de aquella en la cual las cuestiones sobrenaturales recogidas y explicadas por medio de una religión determinada son el punto central de su organización. Dependiendo de cada caso, las creencias pueden apuntar a la existencia de uno o más entidades divinas ante las cuales el ser humano debe subordinarse.
- La política: un sistema de este tipo se denomina totalitario y se caracteriza por la intervención directa del Estado en la creación de reglas para controlar a todos los grupos e instituciones. Más allá del totalitarismo, en una democracia la política también influye en la conformación de la estructura social.
No puede dejar de mencionarse que la definición de estructura social ha evolucionado en las últimas décadas y en la actualidad se prefiere entenderla como una población que se organiza, se desarrolla y vive en un espacio determinado, de una forma específica, sumida en un sistema particular y muy complejo que permite la interacción de sus integrantes.

La estructura social se mantiene tanto mediante normales legales como normas informales.
La desigualdad
En una sociedad capitalista, la estratificación se da en clases sociales. La estructura social contempla jerarquías y existe una evidente desigualdad. Se entiende que el sistema del capitalismo, de todas formas, permite la movilidad social, con lo cual los grupos sociales que se encuentran en el sector inferior (formando la clase baja) pueden ascender (y convertirse en clase media o incluso clase alta). En la práctica, no obstante, dicho ascenso resulta muy difícil de lograr debido a la falta de oportunidades y a las desventajas que padecen millones de personas desde su nacimiento en cuestiones vinculadas al acceso a la educación, el trabajo, la salud, etc.
La historia muestra, asimismo, que en la estructura social de los regímenes que adhieren al comunismo y al socialismo también existe la marginación y el estatus socioeconómico no es el mismo para toda la población. La segmentación entre quienes ostentan el poder y ejercen la autoridad y el resto de la población es muy marcada. Esa elite tiene privilegios y ejerce un control social a través del autoritarismo.
En definitiva, ya sea con una economía de mercado o una economía planificada y con más o menos libertades políticas, la estructura social siempre establece diferencias entre sus integrantes. Esa realidad hace que el conflicto social esté latente en todo momento.