Explayar es un verbo que alude a prorrogar, esparcir o ampliar. El término suele utilizarse para mencionar lo que hace una persona cuando desarrolla una explicación o un pensamiento en profundidad.
Por ejemplo: “Me quise explayar ante el tribunal, pero los jueces me dijeron que no era necesario”, “Cuando la reunión estaba por llegar a su fin, el gerente se empezó a explayar sobre los riesgos del acuerdo”, “Lo siento, pero no me puedo explayar más ya que he firmado un acuerdo de confidencialidad”.
Supongamos que un inversionista organiza una serie de reuniones con emprendedores con el objetivo de tomar conocimiento de proyectos que puedan resultarle interesantes. Cuando el inversor oye alguna idea que le llama la atención, le pide a su interlocutor que se explaye así accede a más información. De esta manera, el sujeto se propone invertir en aquel proyecto que considere más conveniente.
También se habla de explayar cuando una persona se desahoga contándole un secreto a otro individuo: “Ricardo siempre ha sido muy reservado, pero anoche tuvo ganas de explayarse conmigo y me contó diversas intimidades sobre su relación con María”, “Disculpa, pero no me quiero explayar ya que no deseo tener problemas con mi hermano”, “Siento una gran necesidad de explayarme sobre este tema que tanto me angustia y tortura mi alma”.
Explayar, en definitiva, supone extender un discurso. Se trata de la acción de aportar más contenido a una elucidación, haciendo hincapié en nuevos detalles, sensaciones, opiniones, etc. Quien se explaya, dedica tiempo a narrar aquello que está dando a conocer.
Hay personas que tienden a explayarse en cualquier discurso, y esto puede resultar molesto para algunos. Existen expresiones tales como «hablar hasta por los codos», que sirve para describir a quienes extienden de forma innecesaria las conversaciones, aunque no siempre se trata de la acción de explayarse, ya que también puede responder al hecho de saltar de un tema a otro sin llegar a profundizar en ninguno de ellos.
Es importante señalar que en los diccionarios encontramos una clara diferencia entre el significado de explayar y explayarse: el primero se define como «extender el pensamiento o la vista» y podemos encontrarlo en una oración como «Marga trepó la colina y, luego de haber recuperado el aliento, se dispuso a explayar la mirada para admirar el lago y las montañas»; el segundo es un verbo pronominal, y tiene el significado expresado en los párrafos anteriores, de «agregar información al hablar de un tema determinado».
Los verbos pronominales son aquellos que se componen de un infinitivo (la forma no conjugada del verbo, que puede terminar en -ar, -er o -ir, según los paradigmas amar, temer y partir) y un pronombre reflexivo (me, te, se, nos, os y se). Gracias a esta fusión, el sentido de los mismos apunta al sujeto, o sea que lo afectan de forma directa: «Voy a lavarme los dientes», «Jorge suele explayarse más de lo necesario». Por lo general, estos verbos son de tipo intransitivo, es decir que no poseen un objeto directo.
Otras acepciones que podemos encontrar en el diccionario de la Real Academia Española se listan a continuación. En primer lugar, veamos la única que exige el uso del indicativo más un objeto directo, es decir que presenta el verbo como transitivo: extender, ensanchar (en estos casos también es posible usar el verbo en su forma pronominal, algo que tiene sentido al pensar en «extender un discurso«). Por otro lado tenemos tres que responden al verbo en su forma pronominal: divertirse, esparcirse; contarle a alguien un secreto o una intimidad para desahogarse; (coloquial en El Salvador y Venezuela) sentarse abriendo las piernas al punto de ocupar un gran espacio.
