Lo fáctico es aquello que se basa en hechos.
El adjetivo fáctico, procedente del vocablo latino factum, alude a aquello vinculado a los hechos. El término suele usarse para calificar a lo que depende de los hechos o se fundamenta en ellos, a diferencia de lo que sucede con lo teórico.
Antes de avanzar, es importante mencionar que un hecho es una cosa que acontece: es decir, que se concreta y tiene existencia en la realidad. Lo fáctico, en este marco, se sustenta en este tipo de sucesos.
TemasEl hecho fáctico
Se habla de hecho fáctico con referencia al acontecimiento demostrable o comprobable. Un hecho fáctico es objetivo y, en ese punto, no puede ser puesto en duda. En el habla cotidiana no siempre estamos atentos a estos matices, ya que las conversaciones informales no están regidas por estructuras exactas, pero en ciertos ámbitos no podemos confundir lo fáctico con lo supuesto.
Veamos un ejemplo práctico: si cinco consultoras privadas y un organismo estatal dedicado a la elaboración de estadísticas coinciden en afirmar que en un país creció el desempleo, y lo demuestran a través de datos procedentes de diversos informes e investigaciones, puede decirse que el aumento de la desocupación (o paro) es un hecho fáctico: no se puede cuestionar. Las causas que llevaron a esa situación, en cambio, sí pueden ser debatidas o discutidas.
Esto nos demuestra dos cosas: que la opinión no tiene lugar en el ámbito de los hechos fácticos; que un hecho fáctico puede estar formado por una estructura compleja. Con respecto a la primera, no es fácil encontrar hechos imposibles de cuestionar, ya que incluso la ciencia evoluciona y se contradice. Si echamos un vistazo a la historia de la medicina, por ejemplo, encontraremos afirmaciones que perdieron su validez a medida que surgían nuevos descubrimientos: en otras palabras, un diagnóstico médico, al que llegan muchos científicos por medio de pruebas de carácter fáctico, puede resultar erróneo en el futuro.
Con respecto a la complejidad del hecho fáctico, volvamos al ejemplo de la tasa de desempleo: estamos frente a un valor objetivo, pero detrás de él pueden esconderse otros de carácter subjetivo. Las causas de un fenómeno social y económico no son tan fáciles de determinar como las características del fenómeno en sí mismo. Y esto mismo se aplica a otros aspectos relacionados con él, como ser los sentimientos de las personas representadas por tal porcentaje, las consecuencias que en sus vidas personales tenga el desempleo, etcétera.
Un poder oculto
Se llama poder fáctico, en tanto, al sector que influye en las medidas y las acciones de las instituciones políticas, y que incluso las condicionan, pero sin formar parte de ellas. El poder fáctico, de este modo, no se encuentra en el Estado, aunque participa de sus decisiones gracias a su capacidad de presión o a su autoridad no formal.
Suele decirse que la banca es el poder fáctico de un país.
Es habitual que se considere a la banca como parte del poder fáctico de un país. Los banqueros más importantes pueden forzar a que el gobierno actúe de cierta manera en el plano económico a través de diversas acciones y hasta con declaraciones públicas.
Con respecto a su uso, por lo general se prefiere el plural: «poderes fácticos». Esto ocurre porque suelen mencionarse más de un sector, como ser los capitalistas, el ejército y la Iglesia. Este término también puede simbolizar conceptos menos definidos, como ser «los intereses de un país» que ejerce presión sobre otro. Los medios de comunicación masivos, por otra parte, también suelen entrar en esta denominación, ya que tienen un poder innegable en el curso de un país.
