Se denomina festejo al acto y el resultado de festejar: celebrar, homenajear, aclamar. El concepto suele hacer referencia al evento que se lleva a cabo para conmemorar algo y con la intención de que los asistentes disfruten un buen momento.
Por ejemplo: “El próximo sábado se realizará el festejo por el décimo aniversario de la inauguración del museo”, “Hoy estamos de festejo: mi hijo cumple 12 años”, “La empresa organizará un festejo de fin de año en un restaurante de la zona céntrica”.
Como acontecimiento, un festejo es una fiesta o una celebración. Hay festejos que son compartidos por toda la sociedad y siempre se llevan a cabo en la misma fecha: el festejo de la independencia nacional, el festejo de fin de año, el festejo por la llegada de la primavera, etc. Otros festejos surgen espontáneamente o se organizan debido a un suceso especial, como un logro laboral o un éxito académico.
En algunos casos, por lo tanto, el festejo acarrea una inversión monetaria, ya sea por parte del Estado (como ser cuando se lleva a cabo para celebrar el comienzo de una estación del año o para recordar algún acontecimiento de importancia a nivel nacional) o bien de un particular (en este caso cualquier evento que una persona desee festejar tiene validez).
Ciertas ciudades se destacan especialmente por la importancia que les dan a los festejos, y esto suele asociarse con las actividades turísticas, ya que los viajes de ocio buscan realidades alejadas de las obligaciones y las estructuras propias del trabajo y las responsabilidades. Las ferias españolas, por ejemplo, incluyen festejos que atraen a personas de todo el mundo cada verano.
Los militantes de un partido político, por citar un caso, realizan festejos cuando los candidatos que apoyan se imponen en las elecciones. Los simpatizantes de un equipo de básquetbol (baloncesto), por su parte, hacen festejos cuando el conjunto gana un partido importante o se consagra campeón.
Los festejos de los partidos políticos adquieren mucha relevancia, ya que se emiten por los medios de comunicación masivos, y también tienen la contracara del padecimiento, por así decirlo, del partido que ha resultado perdedor. A pesar de tratarse de cuestiones muy serias, que definen el futuro de un país y las posibilidades de desarrollo de su gente, las elecciones políticas siempre se enfocan más en la competencia que en todo lo que se pone en juego.
Más allá de esta acepción como un evento o un suceso, la noción de festejo también puede aludir a un gesto, una exclamación o una conducta espontánea o no planificada que se concreta en un momento de alegría y felicidad. Al anotar un gol, el festejo de un futbolista puede incluir gritos, saltos y abrazos con sus compañeros.
En este contexto, los festejos espontáneos que realiza cada individuo dependen en gran parte de su personalidad y de la situación en la que se encuentre. La timidez y la introversión juegan un papel muy importante en estos casos, ya que muchas personas expresan tan sólo una pequeña parte de su entusiasmo ante una buena noticia, aunque por dentro sientan una alegría inmensa.
Por otro lado, estar entre amigos o personas de confianza puede ser clave para estos individuos y permitirles exteriorizar muchas emociones más que si se encuentran en un entorno que los incomoda. Claro que los más extrovertidos suelen tener facilidad para expresarse en cualquier ámbito, como si siempre estuvieran en casa.
Quizás el punto más importante de un festejo sea el entorno: para celebrar un acontecimiento necesitamos estar junto a nuestros seres queridos, a esos individuos especiales que nos quieren y a quienes queremos de una forma incomparable.