El concepto de ficha proviene del vocablo francés fiche. El término puede aludir, entre otras cosas, al documento que registra determinados datos siguiendo un cierto formato.
Se califica como informativo, por otra parte, a aquello que informa. Es decir, que transmite algún conocimiento o brinda una noticia.
Una ficha informativa, de este modo, es un recurso que se utiliza para detallar información sobre un tema específico. Por lo general, sirve para facilitar el acceso a un contenido más amplio o desarrollado.
Distintos tipos de fichas informativas
Las fichas informativas suelen usarse como una herramienta para consignar, de manera resumida y estructurada, material bibliográfico. Así, quien desea investigar sobre una temática, puede recurrir a fichas informativas para saber dónde recabar los datos que pretende conseguir.
Otra posibilidad es que la ficha informativa apunte a organizar la información. Al incluir datos clave, se constituyen como un compendio esencial de un desarrollo mucho mayor.
Las fichas informativas también sirven como fuente de estudio a nivel académico. Es habitual que los docentes les pidan a los alumnos la confección de estas fichas para que tengan que buscar, leer, resumir, organizar y explicar la información.
Cómo se crean
En un sentido general, la creación de fichas informativas exige en un primer momento ir en búsqueda de información. Una vez encontrada esta información, se la debe analizar para extraer lo más relevante y volcar esos datos en un nuevo documento (la ficha en cuestión).
Las características de las fichas dependen de su finalidad. Lo importante es que las fichas de un cierto tipo o tema mantengan el mismo formato para que hallar los datos y compararlos entre sí resulte sencillo.
Supongamos que un joven debe hacer fichas informativas de los países americanos. Cada ficha informativa tiene que corresponder a un país (Argentina, Chile, Cuba, México, Estados Unidos, etc.) e incluir la misma clase de datos (Capital, Población, Régimen de gobierno). Si los datos son de índole diversa, resulta imposible cotejarlos y generar conclusiones.
Además de texto, las fichas informativas pueden presentar gráficos o fotografías. Si se trata de una ficha digital, incluso es posible agregar contenidos multimedia.
Ejemplos de fichas informativas
Tomemos el caso de un economista que desea ordenar su biblioteca, ya que suele acudir con frecuencia a los libros para realizar consultas. Como escribe informes y desarrolla análisis de forma habitual, necesita un acceso simple a las fuentes bibliográficas.
Así, crea una ficha informativa para cada libro, incluyendo Título, Autor, Año de Publicación, Resumen del contenido y Ubicación en su biblioteca (columna, estante). Una vez que tiene las fichas de todos libros, las organiza de manera alfabética en un fichero.
Gracias a este trabajo, cuando el economista pretende buscar algo en un texto, primero revisa las fichas informativas. Esto lo ayuda a conocer en qué lugar exacto se encuentra el material.
Por supuesto, esta tarea de pesquisa se simplifica si las fichas informativas son digitales. Con un software, las búsquedas pueden hacerse en pocos pasos, obteniendo el resultado en pantalla en cuestión de segundos.
En otros contextos, las fichas informativas pueden ser de animales, plantas, comidas, deportistas o artistas, por mencionar algunas posibilidades. Todo depende del interés de la persona.