Para poder conocer el significado del término filología se hace necesario, en primer lugar, descubrir su origen etimológico. En este caso, hay que señalar que deriva del griego, ya que es fruto de la suma de dos componentes léxicos de dicha lengua:
-El sustantivo “philos”, que puede traducirse como “amigo” o “amante”.
-La palabra “logos”, que es sinónimo de “estudio” o “tratado”.
Se trata de la disciplina científica dedicada al análisis de una cultura a partir de su literatura y su lengua.
La filología suele centrarse en los textos escritos, aplicando diversas técnicas para lograr su reconstrucción y así interpretar su sentido original. Para acceder a este sentido, resulta imprescindible conocer la cultura en la cual fue creado y se insertó el texto en cuestión.
Los textos suponen manifestaciones culturales que se desarrollan a través de la lengua. La filología permite estudiar estas expresiones y generar conocimientos sobre la cultura. Esta ciencia está vinculada a la hermenéutica (la interpretación de textos), la lingüística (el estudio del lenguaje) y la teoría literaria (centrada en la literatura), entre otros campos del saber.
Los orígenes de la filología se remontan a la Antigua Grecia. Por entonces, los pensadores buscaban explicar ciertos textos desde distintas perspectivas, contribuyendo a su real entendimiento. En el Imperio Romano también se desarrollaron estudios sobre los clásicos de la cultura latina.
Es posible distinguir entre distintas tradiciones filológicas, como la filología clásica (la filología latina, la filología griega) y la filología moderna. También clasificarla de acuerdo las lenguas: la filología inglesa, la filología alemana, la filología hispánica, etc.
Entre las aplicaciones más frecuentes de la filología, se encuentran el análisis de los vínculos entre las diferentes lenguas, la edición de textos históricos y la comparación literaria. Además permite reconstruir textos a partir del estudio de copias o manuscritos y atribuir el autor y la fecha a una obra.
Entre los filólogos más importantes de toda la historia podemos destacar especialmente a algunos tales como el suizo Ferdinand de Saussure (1857 – 1913), el español Antonio Tovar (1911 – 1985), el indoeuropeo Günter Neumann o el francés Pierre Chantraine (1899 – 1974), entre otros.
En la Universidad se da la oportunidad de que cualquier persona que lo desee pueda estar filología en una de sus variantes. En la actualidad, en España por ejemplo, se da la posibilidad de estudiar un grado de filología hispánica, filología inglesa, filología francesa, filología árabe, filología clásica…
Quienes realicen esos estudios universitarios en cualquiera de sus variantes tendrán luego la posibilidad de encontrar trabajo como profesores, como traductores y mediadores lingüísticos, como personal en bibliotecas, en instituciones internacionales, como editores y correctores de textos, en editoriales, realizando manuales de formación, como gestores o coordinadores en instituciones culturales de distinta tipología, como redactor…
A lo largo de la historia la filología ha estado estrechamente vinculada a otras distintas disciplinas, no obstante, no podemos negar que con las que más conexión ha tenido y tiene es con el arte y con la historia.