El vocablo latino flaccus llegó al castellano como flaco. Así se denomina a la persona delgada, cuyo peso es bajo. Ser flaco, por lo tanto, es lo opuesto a ser gordo.
Por ejemplo: “¡Estás muy flaco! Deberías comer más”, “Quisiera estar más flaco para el verano”, “De chico era flaco, pero con los años fui engordando y ahora tengo un sobrepeso bastante marcado”.
Es importante destacar que el concepto de flaco no es preciso ni tiene una definición específica o basada en criterios posibles de medir. Una persona puede ser flaca por naturaleza y estar saludable: otro sujeto, en cambio, puede padecer un problema de salud y por eso estar flaco. Tener un peso por debajo de lo normal, por lo tanto, es un hecho que merece atención, al igual que el peso excesivo.
Estas particularidades del peso y el aspecto de los seres humanos conduce muy a menudo a concepciones erróneas acerca de la salud y la belleza. Por un lado, el común de la gente desea verse delgada, especialmente cuando se acerca el verano, para poder vestirse a la moda y lucir un cuerpo que considere atractivo. Sin embargo, como bien se menciona en el párrafo anterior, hay muchas personas que no pueden evitar la extrema delgadez, precisamente porque en su caso se debe a problemas de salud.
Estar flaco es para muchos un objetivo que se relaciona con la belleza, mientras que otros interpretan esto como un problema y prefieren los cuerpos menos estilizados. No debemos olvidar que no todo el mundo puede alcanzar un estado físico digno de admiración, ya que existen varios factores genéticos que nos predisponen a la delgadez o la robustez, por ejemplo, como ser el tamaño de los huesos y la tendencia a engordar. Por esta razón, cada uno debería respetar su propio cuerpo y preocuparse simplemente por gozar de buena salud.
En los países de habla hispana, se conoce como El Gordo y el Flaco al dúo cómico compuesto por los actores Stan Laurel y Oliver Hardy, de origen norteamericano, que comenzaron su carrera juntos en la década de 1920, en el cine mudo.
La dupla de «Laurel y Hardy» tuvo un éxito considerable a nivel internacional, y su trabajo juntos duró hasta mediados del siglo XX. Su primer colaboración tuvo lugar en la película muda de 1918 llamada The Lucky Dog, donde no actuaban como dúo cómico exactamente, ya que el inicio de su peculiar lazo ocurrió en la película The Second Hundred Years, en el año 1926.
Así como en otros grupos de cómicos, el secreto de esta dupla reside en el grado de sincronización que poseían cuando trabajaban juntos: parecían no necesitar de las palabras o de la organización previa para generar momentos de humor inolvidables, como si anticiparan de manera constante lo que haría el otro y de este modo pudieran complementarlo.
Es habitual que a un individuo delgado se lo apode “Flaco”. El músico argentino Luis Alberto Spinetta, por citar un caso, era conocido como el “Flaco” Spinetta. El mismo apodo que tienen el entrenador César Luis Menotti y el actor Manuel Ibáñez, entre muchas otras personalidades.
Cuando algo carece de energía, vigor, solidez o fuerza, por otra parte, se lo suele calificar como flaco: “Con ese argumento tan flaco no lograrás convencer a nadie”, “El flaco esfuerzo del defensor no alcanzó para evitar el gol”, “Fue un flaco final para la carrera de un cantante que supo alcanzar la gloria y luego cayó en el olvido”.
Flaco, por último, es la traducción del nombre romano Flaccus: Gayo Norbano Flaco, Quinto Fulvio Flaco y Valerio Flaco son conocidos con este nombre en nuestra lengua.
