El concepto de gaceta puede proceder de dos fuentes etimológicas diferentes: el italiano gazzetta o el francés cassette. En el primer caso, el término alude a una publicación periódica, mientras que en el segundo caso refiere a una caja refractaria.
Una gaceta, por lo tanto, puede ser un diario o un semanario donde se dan a conocer novedades administrativas, comerciales o de otro tipo. Los orígenes de la noción se encuentran en un periódico que surgió a comienzos del siglo XVII en Venecia, y luego pasó a denominar a cualquier tipo de publicación que se presenta con una cierta periodicidad.
En el siglo VII, Venecia se consideraba el punto más importante de las negociaciones europeas en lo referente al ámbito político. El nombre original de la gaceta deriva del que recibía una moneda de cobre con el que se podía comprar cada ejemplar de este tipo de publicación.
Es importante señalar que la idea original de la gaceta no surgió en Italia sino que, como muchas otras creaciones, había nacido en China. Allí llevaban mucho tiempo publicando las noticias en este formato, que también incluía la lista completa de los castigos y las gracias que el emperador imponía o concedía a sus vasallos.
Así como otros países europeos no tardaron en adoptar la idea traída por los venecianos de China, poco a poco esto se fue esparciendo al resto del mundo. Uno de los principales cambios que atravesó la gaceta con paso de los años fue el aumento de la frecuencia con la que se publicaba, hasta alcanzar una periodicidad diaria, que derivó en el surgimiento del nombre «diario» para designar este formato en algunos países.
Puede decirse que gaceta es sinónimo de periódico o incluso de diario. A lo largo de la historia, de todos modos, muchas publicaciones llevaron el nombre específico de gaceta.
Las primeras gacetas francesas, por ejemplo, se publicaron en el año 1631 bajo la dirección de Teofastro Renaudot, un profesional de la medicina. Alrededor de tres décadas más tarde, surgieron en Francia las gacetas dedicadas a la literatura.
En España existía la Gaceta de Madrid, una publicación semanal en la cual el gobierno difundía información oficial. La misma apareció a mediados del siglo XVII y se comercializaba con una frecuencia semanal; cada ejemplar ofrecía noticias tanto del ámbito nacional como del resto del mundo a lo largo de sus cuatro hojas. Con el paso de los años, la Gaceta de Madrid derivó en el Boletín Oficial del Estado.
En un primer momento, el propósito de la Gaceta de Madrid era publicar los decretos, reglamentos y leyes del poder ejecutivo, las oficinas centrales y los Tribunales Supremos, así como otras resoluciones y disposiciones. Las autoridades de la época le daban a la lectura de esta información un carácter obligatorio dado que se trataba de un órgano gubernamental oficial.
La Gaceta de Buenos Aires, por otra parte, fue el primer periódico que se imprimió en Argentina. Editado entre 1810 y 1821, nació para difundir los decretos y las resoluciones oficiales de la Primera Junta de Gobierno, además de noticias generales. Su principal impulsor fue Mariano Moreno.
La Gaceta de México y la Gaceta de Guatemala fueron otros órganos informativos de las autoridades que, siglos atrás, se publicaron en el continente americano. La primera gaceta mexicana se publicó en el año 1722, cuando todavía el país se conocía como Nueva España.s
La gaceta refractaria, por otra parte, es un recipiente que se emplea en el interior del horno para proteger las piezas mientras se lleva adelante su cocción. Su finalidad es conservar la blancura de la cerámica o porcelana, aislando las piezas del fuego directo, las cenizas y el humo.
