El diccionario de la Real Academia Española (RAE) reconoce casi una veintena de acepciones del término galería. El concepto suele usarse para nombrar al corredor o pasillo extenso cuyo techo se encuentra sostenido por pilares o columnas y que presenta numerosas ventanas. Una galería también puede ser un corredor descubierto que facilita el ingreso de la luz natural a los ambientes internos de una vivienda.
Veamos algunas oraciones de ejemplo en las que se pueden apreciar estas dos acepciones: «Durante su convalecencia, el muchacho solía sentarse en la galería para observar a los pájaros», «La abuela tiene varias plantas con flores en la galería», «Marcos, ¿no quieres ir a jugar a la galería?».
La noción de galería también se utiliza para aludir al espacio dedicado a la exposición y/o venta de obras artísticas: pinturas, esculturas, etc.: «El joven artista ecuatoriano expondrá el mes próximo en una galería de París», «Cuando visité España, aproveché para recorrer varias galerías de arte», «Mi sueño es mostrar mis cuadros en una galería de la capital y que muchas personas puedan conocer mi trabajo».
Éste es uno de los significados que recibe con mayor frecuencia en el habla cotidiana a nivel internacional, ya que luego en cada región de habla hispana puede adquirir otros, más difíciles de intuir. Claro que en este caso se suele decir galería de arte, a menos que el concepto ya haya aparecido en la conversación y sea posible, por lo tanto, referirse a él directamente con el término galería.
Una galería comercial, en tanto, es un recinto que cuenta con numerosos comercios. Se trata de una especie de mercado o de centro comercial que reúne diversas propuestas. Es importante señalar que esta acepción no es válida o común en todos los países de habla hispana, y es aquí donde puede darse una confusión si alguien dice fuera de contexto «hoy he ido a una galería»: el interlocutor puede entender que el primero se refiere a una galería de arte, por ejemplo.
Por otra parte, se puede llamar galería a un conjunto de imágenes, sobre todo de fotografías. Este uso del vocablo es habitual en Internet, donde suele hacerse referencia a las galerías que recopilan fotos de noticias, eventos, lugares o celebridades: «¡Real Madrid campeón! No te pierdas la galería de fotos de la final de la Champions League», «Imperdible galería con las mejores imágenes de la playa», «Recién estuve viendo una galería de fotografías del hotel y parece muy lindo».
Sin lugar a dudas, la masificación de Internet, seguida del considerable aumento que la gente ha sentido por la tecnología en los últimos tiempos ha dado lugar a que un gran porcentaje de la población tenga al menos un dispositivo electrónico en su haber, ya sea un teléfono móvil, una tableta o un ordenador. Lejos de comprarlos para escribir documentos y llevar un registro de sus gastos en una hoja de cálculo, como sí ocurrió durante el surgimiento del ordenador de sobremesa, uno de los atractivos principales de la tecnología actual es la facilidad con la que nos permite hacer fotos y crear «galerías» para luego compartirlas con nuestros conocidos (y no tan conocidos).
Así como en el pasado habríamos imprimidos nuestras fotografías para agruparlas en álbumes, en la actualidad las subimos directamente a los servidores de nuestras redes sociales favoritas y creamos galerías temáticas. Las mismas pueden ser privadas o públicas, dependiendo de nuestras necesidades y los derechos que nos concedan los proveedores sobre nuestro contenido.
Una galería, por último, es un camino subterráneo que se construye para permitir la comunicación entre distintos espacios. En las minas, por citar un caso, hay galerías que recorren los mineros.