El vocablo griego geōgraphía derivó en el término latino geographĭa, antecedente etimológico de geografía. Este concepto se utiliza para nombrar a la ciencia que se dedica a describir el planeta Tierra.
La Real Academia Española (RAE) reconoce en su diccionario diversas ramas de la geografía, que se concentran en cuestiones específicas dentro del campo de estudio de esta ciencia: la geografía política, la geografía histórica, la geografía botánica y la geografía zoológica, entre otras. La enumeración que realiza la RAE, de todos modos, es incompleta ya que faltan especializaciones; entre ellas, la geografía económica.
Esta rama de la geografía está dedicada al estudio de la ubicación, la distribución y la organización de las actividades económicas en el espacio. Los expertos en esta materia analizan cuáles son las actividades que se llevan a cabo en cada región, de qué manera se desarrollan, cómo inciden en el medio ambiente, etc.
Es habitual que el espacio geográfico influya en la actividad económica. De acuerdo a las características geográficas a su disposición, el ser humano suele desarrollar determinadas prácticas para obtener su sustento. A su vez organizará y explotará los recursos naturales y espaciales de un modo u otro.
A la hora de analizar el funcionamiento de una economía de libre mercado, suele considerarse que los precios se establecen a partir del juego de la oferta y la demanda. Sin embargo, muchos expertos destacan la importancia de tener en cuenta la variable espacial para incluir el costo de transporte del producto hacia el consumidor y viceversa, que puede medirse en dinero y en tiempo. En este marco, la geografía económica resulta muy importante para optimizar dicho análisis.
El modo en el cual se generan los productos también varía de acuerdo con la relación que existe entre las actividades económicas de las cuales dependen y el espacio en el cual éstas se llevan a cabo. En este contexto se habla de varios sectores económicos que comprenden una clasificación establecida de acuerdo con los criterios que adopta cada país. A continuación se definen dichos sectores.
Sector primario
Se trata del conjunto en el cual se agrupan todas aquellas actividades que se caracterizan por la extracción de bienes y recursos naturales. Entre las más comunes se hallan la pesca, la agricultura, la explotación minera, la captación de agua, la producción de energía y la explotación forestal. Todas ellas están íntimamente ligadas al ámbito rural y conforman la oferta fundamental de insumos y recursos para el resto de las actividades.
Sector secundario
En este grupo entran las actividades mediante las cuales se transforman los bienes y recursos que se extraen del medio natural. Son procesos desarrollados principalmente en las ciudades, donde existen la mano de obra y los potenciales consumidores. Abarca todas las actividades económicas que se relacionan con la transformación de productos alimenticios, además de otros bienes.
Sector terciario
El tercer sector que reconoce la geografía económica comprende las actividades que derivan en productos no tangibles, aunque esto no quita que se usen como parte de transacciones económicas. Por ejemplo, podemos mencionar las actividades bancarias, el turismo, el transporte y el comercio. Dado que su naturaleza no es material, no se encuentran ligadas a espacios determinados, aunque en el urbano presentan un mejor despliegue.
Sector cuaternario
En este sector económico encontramos los servicios considerados intelectuales, como ser el desarrollo, la innovación y la investigación. Hasta hace unos años, se incluía en el sector terciario, aunque dado que se ha vuelto tan importante fue necesario diferenciarlo de éste. Las industrias que encontramos en el sector cuaternario son la de tecnologías de la información, la de alta tecnología y la de las telecomunicaciones, además de la educación, la investigación científica y la consultoría.