Definición de

Germoplasma

GermoplasmaAunque germoplasma no es un término que forme parte del diccionario que elabora la Real Academia Española (RAE), su uso es frecuente en nuestra lengua. Se conoce como germoplasma al conjunto de los genes que, mediante células reproductoras o gametos, son transmitidos a los descendientes a través de la reproducción.

El concepto de gen nos lleva al de ADN (ácido desoxirribonucleico), ya que se trata de una unidad de información que se halla en una posición fija dentro del mismo. Los genes codifican productos tales como las proteínas, y son los que almacenan los datos que se transmiten de generación en generación dentro de una misma especie.

El uso más habitual de germoplasma se encuentra en el terreno de la botánica y de la agricultura. La idea alude a la diversidad genética de las diferentes especies de plantas, ya sean cultivadas por el hombre o silvestres. Para garantizar la posibilidad de reproducción de las especies, existen los bancos de germoplasma.

Un banco de germoplasma, por lo tanto, es un reservorio de propágulos que permite conservar la diversidad genética de un cultivo y de las especies silvestres que estén relacionadas. Cabe destacar que los propágulos son las partes de la planta que pueden originar nuevos ejemplares (como semillas, raíces, esquejes, etc.).

Los bancos de germoplasma se dedican a localizar, recolectar y almacenar los propágulos de especies que se consideran útiles para el ser humano. Por lo general se conservan las semillas guardadas en sobres en depósitos a baja temperatura. El control de la temperatura es esencial para que las semillas se puedan guardar por mucho tiempo sin perder su funcionalidad.

Es importante mencionar que los bancos de germoplasma podrían evitar la desaparición de especies vegetales en caso de catástrofes naturales o de una guerra: si todos los cultivos resultaran destruidos, se podría recurrir a las semillas almacenadas. Además garantiza la subsistencia de especies que ya no se explotan a nivel comercial.

GermoplasmaCon respecto a las instalaciones de los bancos de germoplasma, debemos señalar que para el año 2006 ya había alrededor de 1300 en todo el mundo, y entre ellos sumaban aproximadamente seis millones de muestras de especies vegetales, almacenadas en forma de semillas. Claro que esto representa una pequeña fracción de la biodiversidad de nuestro planeta, ya que muchas de sus regiones no han sido exploradas por completo.

Uno de los bancos de germoplasma más importantes del mundo es la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, un inmenso depósito subterráneo de semillas donde se almacenan miles de plantas de cultivo pertenecientes a casi todo el planeta. Se ubica en la isla Spitsbergen, en Noruega. Es el banco de semillas de mayores dimensiones, y podría alimentar a la población en el marco de una catástrofe mundial. Precisamente por esta característica y el hecho de que haya sido construida para hacer frente a bombas nucleares y terremotos, entre otros desastres, se conoce en el habla cotidiana como «bóveda del fin del mundo».

En este contexto también debemos mencionar el Proyecto de Banco de Semillas del Milenio, que coordina el Real Jardín Botánico de Kew, en Inglaterra. Se creó en el año 2000 y es otra de las apuestas mundiales por la conservación de las especies; en sus propias palabras, es una «póliza de seguro» para hacer frente a la potencial extinción de las plantas.

Para almacenar las muestras de semillas, este banco de germoplasma cuenta con cámaras acorazadas de gran tamaño, ubicadas bajo tierra. Colabora con otros proyectos similares y así consigue participar de expediciones en muchas partes del planeta, a través de las cuales recoge las semillas. Siempre que sea posible, se almacenan ejemplares en los países de origen.

Cómo citar este artículo Publicado por Julián Pérez Porto y Ana Gardey. Actualizado el 12 de febrero de 2019. Germoplasma - Qué es, definición y concepto. Disponible en https://definicion.de/germoplasma/
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