Lo primero que vamos a hacer, antes de entrar de lleno, en el significado del término hipocondría es conocer su origen etimológico. En este caso, podemos señalar que se trata de una palabra que deriva del griego, exactamente es fruto de la suma de varios componentes léxicos de dicha lengua:
-El prefijo “hypo-”, que puede traducirse como “debajo”.
-El sustantivo “khondrion”, que es sinónimo de “cartílago”.
-El sufijo “-ia”, que se usa para indicar “cualidad”.
La hipocondría es definida por la Real Academia Española (RAE) como una afección. Este trastorno consiste en una preocupación permanente por el estado de salud que provoca angustia y congoja.
El individuo que padece hipocondría es llamado hipocondríaco. Se trata de alguien que, ante cualquier síntoma o signo atípico, cree sufrir –de manera infundada– una enfermedad grave.
El término hipocondríaco procede de hipocondrio, tal como se denomina a los sectores laterales del epigastrio, ubicado debajo de las costillas falsas. De acuerdo a la antigua teoría humoral, que sostenía que la salud dependía del equilibrio entre cuatro sustancias básicas (los humores), los elementos que provocan este mal se alojaban en el hipocondrio.
Con la hipocondría, la persona siente todo el tiempo que padece alguna enfermedad de gravedad. Esa convicción surge de su interpretación de determinadas sensaciones o signos corporales. Por eso acude al médico con frecuencia: aunque el profesional le realice estudios y descarte la presencia de una enfermedad, el hipocondríaco seguirá sintiendo que acarrea un problema orgánico.
Supongamos que un joven descubre una pequeña picadura en su brazo derecho. Pocos minutos después, empieza a sentir náuseas y registra molestias estomacales. Además sufre mareos y dolor de cabeza. Debido a la hipocondría, el muchacho se convence de que contrajo fiebre amarilla. Pese a que a los pocos días ya no hay rastros de la picadura ni tiene otros síntomas, sigue estando seguro de su “enfermedad”. No le importa que nunca se hayan registrado casos de fiebre amarilla en su ciudad y que él no visitó zonas de riesgo: mantiene su convencimiento y no logra darse cuenta de que su malestar es psicosomático.
Otros aspectos interesantes sobre la hipocondría y sobre quien la padece son los siguientes:
-Es habitual que la hipocondría aparezca en una persona cuando está haciendo frente a un duelo, cuando tiene problemas en el trabajo o en sus relaciones sentimentales, cuando se enfrenta a lo que es una crisis existencial…
-Es muy frecuente que el individuo que la sufra tenga también problemas de ansiedad e incluso depresión. De ahí que, además de tratamiento psicológico, tenga que recibir medicación específica.
Cabe destacar que la hipocondría puede tratarse con psicoterapia o incluso, si un profesional lo indica, con fármacos que ayuden a controlar la ansiedad.
Es importante saber que, aunque haya quien tienda a confundir la hipocondría con la patofobia, son cosas diferentes. Y es que mientras que en la primera la persona que la sufre está absolutamente convencida de que padece una enfermedad grave, en la segunda la persona lo que tiene es miedo o fobia a padecer una patología grave. Precisamente ese miedo que tiene le lleva a evitar ir al médico, a no mirarse el cuerpo por si encuentra algo que le lleve a pensar que está enferma…