La historiografía es la disciplina centrada en el análisis de la historia. Se trata de una serie de teorías y técnicas que se vinculan al estudio y a la interpretación de los hechos históricos.
El concepto de historiografía también se emplea para nombrar al conjunto formado por la obras de carácter histórico y al estudio crítico y bibliográfico de los textos que giran en torno a la historia.
Historiografía, historiología e historia
Es importante no confundir la historia con la historiografía. La historia es el pasado en sí mismo y la narración de los sucesos importantes que tuvieron lugar en él. La historiografía, en cambio, son los métodos y los conocimientos que se usan para la descripción de los acontecimientos históricos. Por eso suele decirse que la historiografía es la ciencia de la historia.
Otro concepto relacionado con estos términos es el de historiología. En este caso, la idea alude a la epistemología: es decir, a una teoría de la historia. En su etimología encontramos los términos investigación e información, la idea de «adquirir el conocimiento por medio de la investigación», o de «estudiar los hechos del pasado para aprender».
Si bien la historiología está íntimamente ligada a la historiografía, entre otras disciplinas, su función es analizar y describir los sucesos de la historia haciendo uso de ciertas técnicas diseñadas específicamente para recoger y estudiar los registros, los datos y las muestras.
Las corrientes historiográficas
Retomando la noción de historiografía, permite considerar los métodos empleados por los historiadores, su objeto de estudio y sus intereses. Se conoce como corrientes historiográficas a las tendencias predominantes en diferentes épocas para narrar la historia. El positivismo, el revisionismo y el materialismo histórico son ejemplos de corrientes historiográficas.
La historiografía, en definitiva, se dedica a estudiar el ordenamiento de los acontecimientos en las narraciones de la historia, analizando su estructura lógica y los vínculos de causa-efecto. También investiga el estilo de los textos históricos para evaluar si logran cumplir con sus objetivos persuasivos o informativos.
Historiografía y fuentes
Dicho todo esto, es lógico que una de las etapas más importantes en la práctica de esta disciplina sea la obtención y el tratamiento de las fuentes. Los historiadores se apoyan en testimonios materiales o escritos para llevar a cabo sus investigaciones, que consisten en un estudio detallado de las fuentes históricas para poder entender los sucesos y el contexto en el que se sitúan.
Hablar de historiografía es lo mismo que hacer referencia al conjunto de documentos que los historiadores escriben sobre un período de la historia o un tema en particular. En otras palabras, se puede usar este término como sinónimo de «producción historiográfica»; por ejemplo, es posible decir que «no contamos con la suficiente historiografía acerca de la vida cotidiana en la época del Imperio Romano». La diferencia principal entre este material y el que usan como base de su trabajo es que este último queda como parte de los vestigios de cada época, sin la intención de ser hallado.
La falta de documentación
La cantidad de información referente a una época, a un tema o a un hecho histórico que los estudiosos hayan redactado y puesto a disposición de la gente, por lo tanto, también se conoce con el nombre de historiografía. Es importante señalar que la falta de tal fuente histórica no suele deberse a la relevancia de los hechos en sí mismos, sino a que los historiadores no han dedicado sus esfuerzos a documentarlos.
Otra acepción de la palabra historiografía hace referencia al conjunto de historiadores de un mismo origen, y se puede usar en oraciones como la siguiente: «Es correcto decir que a partir de los años 1930 la historiografía española recibió con los brazos abiertos a los hispanistas anglosajones y franceses».