Para que una empresa consiga diferenciarse de la competencia, conectar con el público y ser reconocida en el mercado necesita tener una clara y sólida identidad corporativa.
Identidad corporativa es una expresión que engloba a una serie de elementos capaces de definir, marcar y presentar los rasgos distintivos de una empresa. A través de ella, una pieza de inmensa influencia en el éxito que se persigue a nivel empresarial, se dan a conocer la esencia, el perfil, los propósitos, la visión y el estilo de una compañía.
Diseñar con precisión la identidad corporativa es clave para asegurar reconocimiento por parte de los consumidores y diferenciación respecto a la competencia. Es fundamental conseguir un resultado sólido, claro, atractivo, profesional y completo en materia de identidad corporativa a fin de inspirar confianza, sumar credibilidad, dar coherencia interna, fortalecer una marca y lograr un posicionamiento estratégico dentro del mercado.
Es oportuno considerar que captar con exactitud las bases, aspiraciones y características, así como los principios y objetivos de una firma es un auténtico desafío. Por ello conviene abordar la creación de la identidad corporativa de modo interdisciplinario, con una mirada estratégica y dándole relevancia a la investigación y el análisis tanto del entorno comercial como de perfiles de competidores.
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ResumenComponentes de la identidad corporativa
La identidad corporativa está compuesta por una gran cantidad de elementos que posibilitan el reconocimiento de una empresa o marca entre el montón.
En el plano visual son imprescindibles el logotipo, la paleta de colores elegida, el isotipo, el imagotipo, el isologo y la tipografía, en concreto.
Por supuesto, es de suma importancia adoptar un nombre que, además de poder ser recordado y pronunciado con facilidad, esté en sintonía con la personalidad, las finalidades y los valores de la firma.
El slogan, un enunciado o una frase breve y simple que refleje y resalte el espíritu de la compañía; la misión que sintetiza la labor y el objetivo empresarial; la cultura organizacional y los valores corporativos son otros infaltables.
Es interesante añadir que la identidad corporativa puede beneficiarse enormemente si se apela a los sonidos o a una música específica para formar la identidad sonora de la compañía y permitir que el sentido del oído se estimule y familiarice con una canción o un audiologo que se hayan posicionado como sinónimo de una determinada empresa. Un estilo visual distintivo gestado desde un cierto enfoque o criterio fotográfico; el lenguaje y el tono de voz adoptados al momento de comunicar; el packaging y la interfaz digital también son partes importantes.
La presencia en redes sociales de una entidad debe caracterizarse por el uso de elementos visuales que identifiquen a la firma o marca, por ejemplo.
Cómo evitar errores en el diseño
Es usual que, al momento de diseñar una identidad corporativa, se cometan errores por falta de claridad, por ejemplo.
Para minimizar riesgos y sumar chances de arribar a un resultado acertado, los expertos en el tema sugieren empezar el proceso desarrollando una investigación exhaustiva. Es indispensable conocer y entender la filosofía y los propósitos de la empresa, así como no tener dudas acerca de cuál y cómo es su público objetivo. Conviene examinar, de igual modo, la identidad visual de la competencia. También es enriquecedor averiguar las necesidades y las expectativas de los potenciales clientes.
Precisar la personalidad de marca y elaborar un brief creativo y bien detallado son otras acciones que ayudan a idear una identidad corporativa adecuada. Es importante hacer, incluso, un manual de identidad corporativa para indicar cómo utilizar de manera correcta las tipografías, paleta de colores, logo, etc.
La sencillez o simplicidad en el contenido a fin de no fallar a fuerza de excesos, junto a la coherencia entre todos los elementos y formatos completa el listado de recomendaciones.
En la decoración de oficinas deben reflejarse el espíritu de la compañía, su imagen, sus valores y todo aquello que ayude a identificarla.
Diferencias entre imagen e identidad corporativa
Al hacer foco en las particularidades de la identidad corporativa es frecuente que la noción se confunda con el concepto de imagen corporativa. Si bien ambas expresiones se relacionan, no significan lo mismo. Por eso es necesario descubrir y recordar qué cuestiones las diferencian, sin perder de vista que la imagen corporativa se moldea en base a la identidad corporativa de una compañía.
La teoría señala que la identidad de una empresa es diseñada por la misma firma y presenta una raíz tangible. La imagen, en tanto, se caracteriza por ser intangible y formarse en función de la percepción, de índole subjetiva, que tienen los consumidores.
La identidad corporativa, por agregar datos, se concibe con una mirada a largo plazo, por eso gana estabilidad. La otra, en cambio, está sujeta a cambios porque depende de las experiencias y opiniones de los clientes. En la primera de las opciones es la empresa quien concentra el poder de influir o controlar el contenido, mientras que la imagen corporativa en mayor medida cobra entidad en función de las repercusiones. Puede ocurrir, en este contexto, que la imagen corporativa no coincida con la identidad corporativa. Son relevantes, pues, las herramientas de monitoreo e información para obtener un feedback y un panorama actualizado de comentarios y puntajes dados por los consumidores. Con ese material y la implementación de estrategias de comunicación y evolución apropiadas, una empresa puede llegar a alinear con éxito su identidad e imagen corporativa.
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